Como en un falso horizonte se alza el alto puente que cruza el ferrocarril como en un cuadro de Giorgio de Chirico. En su base, un terreno en obras problematiza el paseo de dos figuras a punto de dar la vuelta a la vieja calle de provincias, madre de sus buhardillas. En primer plano, un hombre que lleva un paquete con forma de cuadro o espejo parece apresurarse hacia la nada angustiosa de René Magritte. A veces la realidad crea motivos que el pintor envidiaría.
Imagen: André Kertész
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