MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor JOSÉ MIGUEL DOMÍNGUEZ LEAL

martes, 29 de diciembre de 2020

CONTINUIDAD DE LA RADIO


 

Okamoto Kiichi



La radio ha jugado un papel variable en mi vida: tengo un vago recuerdo de radionovelas en mi infancia, y fue un paso adelante en mi preadolescencia hacerme con un pequeño transistor, aunque no sabía exactamente qué escuchar. Luego, me aficioné a algunas radios musicales (pocas, como Onda Jerez, los 40 Principales nunca me gustaron) en un gran radiocasete donde podía grabar canciones en las cintas magnéticas de entonces, comienzos de los años 80 del siglo XX. Posteriormente, me aficioné a Radio 3 y Radio 2 (más tarde conocida como Radio Clásica), aunque limitándome a un número reducido de programas (Caravana de hormigas -eran muy críticos y desparecieron-, Discópolis, Diálogos 3, Cuando los elefantes sueñan con la música, Música de Nadie, Música antigua, El mundo de la fonografía, Los raros...).

Ha sido una gran revolución, y una garantía de la supervivencia de la radio, la escucha en línea; así, en mi ordenador puedo oír, según un sistema de azar ordenado que rige mis escuchas y lecturas, Antena Dois, BBC Radio 3, BR-Klassik, France culture, France musique, Radio clásica, Rai radio 3, Rai radio classica, radios hispanoamericanas, y una lista de reproducción elaborada por mí mismo.

No siendo eso bastante, mi último gran descubrimiento ha sido el mundo de los podcast, a través del sitio Ivoox, a los que recurro desde mi móvil cuando camino, o hago alguna faena doméstica mecánica como barrer, fregar, tender o poner lavadoras. Es la supervivencia de la palabra, abierta a las más diversas temáticas (historia, filosofía, ciencia, astronomía, música, literatura, etc.), que compite en ese contexto con ventaja con los vídeos de Youtube, que también veo (sobre todo cuando friego, y puedo mirar enfrente).

Nada sin embargo, puede sustituir a la lectura vespertina (o matutina en el autobús al trabajo, en la que estoy leyendo todo Chéjov), en sus diversos soportes ya posibles, para la que sí necesito el silencio, sin el que es muy difícil cualquier estremecimiento del alma.


jueves, 3 de diciembre de 2020

FUTURO DE LA HUMANIDAD

 



Dan McPharlin




Konstantín Tsiolkovski, "La tierra es la cuna de la humanidad, pero no siempre se puede vivir en la cuna para siempre".



Nuestro sol, que está a la mitad de su existencia, se convertirá en una gigante roja en unos cinco mil millones de años, arrasando los planetas rocosos, entre ellos la Tierra, que se convertirá en una roca privada de cualquier forma de vida. Parece que en unos mil millones de años el sol brillará mucho más, y lo del cambio climático parecerá una broma cuando los océanos empiecen a evaporarse.

Resulta, pues, evidente que la Humanidad por propio impulso o por pura necesidad se dará a la colonización del sistema solar, primero, y del perímetro galáctico, después, si consigue desarrollar una tecnología adecuada según modelos como la escala de Kardashov, y no se ha extinguido por el camino, claro está.

Puede parecer ocioso pensar en estas cosas, como me dijo alguien, si se está esperando, por ejemplo, la segunda venida de Cristo. Pero es de suponer que Cristóbal Colón y sus hombres en sus cascarones de nuez también la esperaban, y eso no les impidió hacer a escala planetaria lo que los humanos tendrán que hacer en un futuro que no podemos siquiera imaginar, ya que nuestras presunciones sobre éste se basan necesariamente en nuestras percepciones y conocimientos actuales de la Realidad.