MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor JOSÉ MIGUEL DOMÍNGUEZ LEAL

domingo, 19 de enero de 2025

PERSONAJES DE MI NOVELA "CRÓNICAS DE ZIBELTERRA": ARIEL COBOLÍ


 

Jack Shadbolt (1941) [Spencer Alley blog]


Proceroso y de una edad indefinible, Ariel Cobolí, sentencioso nuncio de una infinita y doliente crueldad, es uno de los miembros más activos del Círculo de Agar Labasú. Aparece, así, desde el comienzo de la novela:

"Mano salió ufano del antro, y tras pasar por el ultramarinos a comprar un litro de cerveza, retomó el camino de casa. Al llegar a la esquina de su calle, que se abría sobre una plaza, sintió un escalofrío y se detuvo; un sentimiento de alarma le embargó, como si hubiera olvidado algo importante que traer. Giró su cabeza pequeña en proporción a su corpachón y embutida en la gorra negra, al sentir una especie de corriente fría en los pliegues carnosos de su nuca.

-¡Bueeenas!, ¿me permite una pregunta?

Quien así le hablaba era figura masculina alta y regordeta, aunque no tanto como la de Mano; se trataba de un hombre de unos 40 años, de formas anchas pero masivas, no fofas como las de Mano. Su cara era ancha, de grandes rasgos; sus ojos, pequeños y vivos, estaban bastante separados de una nariz regordeta y respingona, que hacía pensar en un cerdito, y una frente cuadrada y mediana quedaba rematada por un pelo castaño rojizo peinado en punta. La boca, en cambio, contrastaba por su finura de labios con las bastedad del conjunto del rostro."

Y su presencia en ella será constante. Sus encuentros con otros personajes de la obra tendrán a veces desdichadas consecuencias para éstos, como le ocurre al joven Juanma Cruz, que vive en el mismo bloque donde se encuentra el ático de Agar Labasú:

"-Al carajo todo el mundo -pensó, Juanma y se dirigió al salón. Antes de entrar, se detuvo, alarmado: le pareció que alguien carraspeaba dentro, y escuchó de seguido una voz extraña, pero familiar, que empezaba a recitar:


Pero ya el harapiento vagabundo,

el huésped no aceptado,

acariciaba el arco.

Tocó la flecha amarga,

hizo vibrar la cuerda poderosa

y un tiempo antiguo vino en oleadas

de hosca respiración hasta los hombres”.


Juanma sintió que se le secaba la boca, y como si el estómago se le bajara hasta los pies. ¿Qué coño estaba pasando?; se lanzó hacia delante, y penetró en el salón.

Había visto cosas feas en su joven vida, pero lo último que esperaba ver era sentado en su sofá al gordo ese raro que le subió la bolsa de basura la semana anterior [bolsa que Juanma había dejado aposta dentro del edificio]]. Estaba completamente desnudo. Juanma se paró en seco, mirando al tipo de hito en hito. Tenía uno de sus brazos gordezuelos apoyado a lo largo del espaldar del sofá, y su mano izquierda descansaba en la rodilla de la pierna cruzada sobre la derecha, mostrando los pliegues de un vientre seboso, tan lampiño como el resto de su mórbido cuerpo. En su cara redonda de nariz respingona aparecía una sonrisa rígida.

-Hola, Juanmi, mi niño, como no subías, me has obligado a bajar, así, rápido, sin vestirme -dijo, levantando su mano y describiendo un pequeño círculo sobre unos abultados genitales rosimorados-. Eres un chico malo. Por tu expresión puedo deducir que te estás preguntando cómo he entrado. Hay cosas que sabrás a su tiempo, pues hay asuntos más urgentes, como sacar a nuestro perro. Lleva ya mucho tiempo aguantando, y necesita hacer sus necesidades. Mira lo que está pasando ya, por tu retraso -el llamado Cobolí señaló el suelo del salón donde Juanma pudo ver varios mojones de gran tamaño-, ahora es preciso que subas a pasearlo.

Juanma sintió que la cólera le subía por la garganta, venciendo el asco y espanto que le producía esa aparición, y se abalanzó sobre el individuo, al tiempo que intentaba articular un insulto. No pudo, empero, escuchar su voz; algo informe le atenazaba el cuello, impidiéndole respirar. Cayó de rodillas asfixiándose, mientras observaba con los ojos desencajados a Cobolí, que lo miraba con los suyos entornados.

-Creo que esta mañana mi coinquilino del ático, donde vivimos por gracia de nuestro anfitrión y benefactor, el sr. Labasú, te cogió del pescuezo con su manaza. Un sentimental, ese Lorai. Como puedes ver, a mi no me gusta recurrir a esas vulgaridades. No te preocupes, no tendrás que verlo más si no quieres. He decidido tomarte bajo mi protección. ¿Te gusta la poesía, mi niño?, ¿has leído a Valente? ¿Cómo dices?, ¡ah!, claro, que no puedes hablar ni apenas respirar. Bueno, mejor ahora, ¿verdad? Eso es, intenta incorporarte poco a poco. ¿Cómo?, ¿lloras? Con Lorai no lloraste; no sé si sentirme halagado. Quiero sincerarme contigo, Juanmi, y decirte que me pareces un idiota, en el sentido lato y también en el etimológico del término, es decir, alguien sólo concernido por lo propio, y cuya única fuente de conocimiento, en consecuencia, es la experiencia. ¿No entiendes nada de lo que estoy diciendo, verdad? Se afirma que el dolor es algo que ennoblece incluso al más lerdo, y tu destino, si no se enmienda, es embrutecer tu vida y acabar, por ejemplo, como el gordo mezquino y envidioso del piso de abajo. Pero el dolor, como todo, tiene sus grados. ¿Has visto a alguien agonizar de dolor, Juanmi? Yo sí; son cosas que ocurren, por ejemplo, cuando se opera a alguien sin anestesia sólo por ver cuánto se aguanta. Sabes, hay humanos a los que no hay que sugerirles nada. Esta mañana Lorai te pegó, y sangraste un poco por la nariz, ¿cierto?; ¿conoces tu grupo sanguíneo? No, claro. Yo tengo el mío aquí, tatuado en el brazo -dijo, mostrando la cara interior de su brazo derecho-. Recuerdo de otros tiempos. Tal vez pienses que lo que te está pasando no es justo, pero la justicia con mayúsculas no existe, sólo la legal, y a ésa muchos escapan. He visto a personas infinitamente mejores que tú sufrir horrores que, sin duda, no merecían. Pero si los buenos recibieran lo que merecen, y los malos lo propio, las utopías estarían al fin localizables. Y tú no eres malo ni bueno, mi niño, tú eres idiota. Bueno, se acabó la perorata; ahora vas a recoger esos mojones del suelo con los kleeenex que tienes en esa silla. Bien. Quedan dos ahí; ¿Ya se ha acabado el papel? Pues te toca recogerlos con la mano. ¡Vaya!, ¿vomitas? No te azores por mí, no es la primera vez que veo mierda y vómitos juntos, sólo echo en falta la sangre. Ji, ji. A propósito, si dices algo de esto a tus amigos te aplastaré como… esa mierda que acabas de pisar, ¿es que no la habías visto?, ¡ja, ja, ja! Bien, listo, quedan algunos cercos de caca por allá, pero estás aprendiendo a ser una persona pulcra; poco a poco. Ahora, echas eso por el váter, te lavas las manos y subes al ático a recoger al perro. Esto puede ser el comienzo de una gran amistad, ¿tampoco me entiendes ahora, verdad? Eres un encanto. Harás algunas cosas por nosotros. Bueno, sube ya, y no te olvides la llave de casa.

-Por cierto, el perro se llama Cadijo."


domingo, 5 de enero de 2025

¿ES ESPAÑA UN ESTADO FALLIDO?

 



La desastrosa gestión pública y la falta de prevención de los estragos humanos y materiales producidos por la gota fría en Valencia en octubre de 2024 ha propiciado que en ciertos sectores de opinión se hable de España como "Estado fallido". Considero, muy al contrario, que lo ocurrido responde a la lógica implacable de nuestro Estado de Partidos o Monarquía partidocrática.

Si los planes hidrológicos, de prevención de inundaciones y de alerta temprana han estado totalmente descuidados (hasta el punto de que el Tribunal Superior de Justicia de la UE abrió un expediente a España), si el gobierno autonómico demostró su incompetencia, si el ministerio del Interior no actúo de inmediato a pesar de que se lo prescribía la ley de Protección Civil, si tampoco lo hizo el ejército de manera pronta y generalizada, si hubo zonas sin ayuda durante días (causa de la aparición del lema desesperado "Sólo el pueblo salva al pueblo"), si las alarmas saltaron demasiado tarde multiplicando las muertes, si el rey dijo a los enfurecidos vecinos de la localidad valenciana de Paiporta por su situación de abandono que no hicieran caso a la "intoxicación informativa" que buscaba el "caos" (aunque para ver caos no tenía más que echar una mirada a su alrededor; pero si no vio cosas como la corrupción de su regio padre y la de su familia, no es de extrañar esta otra muestra de ceguera), si el presidente del gobierno dijo a la región afectada que "si necesita más recursos, que los pida" (como gesto de gran Señor que, en su lejano castillo y olvidando las "diferencias", hace un favor al cacique regional de otro signo en apuros), si todo esto ha pasado, no es porque nos hallemos ante un Estado "fallido" o en descomposición: hay causas más profundas que atañen a la misma constitución de éste.

La inexistencia de una sociedad política que sirva de intermediario entre la sociedad civil y la política (las únicas reconocidas por Marx, según afirmaba Antonio García-Trevijano), formada por partidos salidos de la sociedad civil, conscientes y defensores de su función representativa de ésta, tiene como una de sus consecuencias que las organizaciones políticas de tal nombre estén instaladas en el Estado, encarnación jurídica de la Nación, como una casta parasitaria y explotadora de la sociedad civil. Sin separación de poderes y sin más afán de representar que sus propios intereses de grupo privilegiado, con la corrupción como carburante del sistema y el Consenso como expresión de la antidemocrática actual opinión unánime que ha sustituido a la opinión única del franquismo, esta oligarquía (a la sombra -mientras le convenga- de una monarquía cómplice y tan alejada de la sociedad civil como ella misma), a través de su Administración tributaria, "no contempla a los contribuyentes como ciudadanos, sino como súbditos". O mejor como a siervos de la gleba, a los que se esquilma sin darles los servicios y sostén que se podría esperar de semejante presión fiscal.

La indiferencia, pues, hacia este Tercer Estado dieciochesco en que nos estamos convirtiendo los que no pertenecemos a una red clientelar de la casta política, se hace evidente del modo más cruel en catástrofes humanas como la desarrollada en Valencia, que será, sin duda, aprovechada para su beneficio por este régimen, que se descarga, primero, de su responsabilidad, y seguirá justificando, luego, no tomar medidas preventivas por conflicto de intereses. Entre tanto, la inefable presidenta de la Comisión Euroatlantista, Ursula von der Leyen, atribuye lo sucedido en Valencia a la "dramática realidad del cambio climático", ayudando a los gobiernos a ocultar su negligencia criminal, a responsabilizar a las víctimas y a justificar... nuevos impuestos.


domingo, 22 de diciembre de 2024

PERSONAJES DE MI NOVELA "CRÓNICAS DE ZIBELTERRA": EDUVIGIS SENDA


Karl Hubbuch [Spencer Alley blog]


Dña. Eduvigis, viuda del dramaturgo zibelterrano Eliseo Senda y presidenta de su fundación homónina, aparece con su "frágil apariencia" por primera vez en la novela en un acto conmemorativo del ateneo local. Allí estrechará lazos con Blanca Folugo, concejala de Eventos Artísticos y Festivos del ayuntamiento de Zibelterra, y acólita del misterioso Agar Labasú. Ésta, pues, tendrá acceso a la casa museo del autor y a sus tesoros, con el pretexto de la participación de la fundación en la inauguración del Ámbito de Creación Contemporánea promovido por el ayuntamiento. Allí hablará frecuentemente con Eduvigis, y podrá conocerla mejor:

"Actriz de brillante futuro, según algunos críticos, había entregado dos décadas de su vida a un hombre que casi le sacaba 30 años de diferencia. La había seducido ese sesentón de ademanes impetuosos y ternura imprevista, dotado de una sensibilidad minuciosa, casi paranoica. Senda llegó a escribir algunas obras para ella, de las que sólo se estrenó una con Eduvigis como protagonista, aunque ese hecho se volvió pronto irrelevante: Ella se convirtió en su secretaria, su compañera de viajes y eventos, en testigo de su pasión por el arte, en su cómplice."


domingo, 17 de noviembre de 2024

ANUNCIO DE LA PUBLICACIÓN DE MI LIBRO "LA POESÍA MACARRÓNICA EN ESPAÑA" EN PALMYRENVS, COLECCIÓN DE TEXTOS Y ESTUDIOS HUMANÍSTICOS

 


 

Acaba de salir este noviembre de 2024 de los talleres de la imprenta Kadmos en Zaragoza mi libro "La poesía macarrónica en España" en un volumen doble, como señala D. José María Maestre Maestre, Catedrático de Filología Latina de la Universidad de Cádiz y codirector en su día de mi tesis homónima junto a D. Juan Gil Fernández, en su generoso prólogo: "por el empeño editorial del Instituto del IEH, del Centro de Estudos Clássicos de la Universidad de Lisboa y del Instituto de Investigaciones Filológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México, en colaboración con la Associazione Internazionale per gli Studi Folenghiani “Amici de Merlin Cocai” de Italia (Bassano del Grapa, Vicenza), a la que le doy las gracias a través de su Presidente, don Otello Fabris (gratias quam plurimas tibi, care amice, ago!), el Grupo de Investigación “Elio Antonio de Nebrija” de la UCA y otros importantes organismos que han llevado finalmente a buen puerto todo este proyecto, que es también, en cierta manera, un recorrido vital de nuestro propio autor." (cf. op.cit. p. XV)

Es también en el prólogo de mi antiguo y siempre nuevo maestro donde puede encontrarse una descripción cabal de la obra, versión corregida y aumentada de mi antigua tesis (2001) con los descubrimientos e investigaciones de dos décadas: 

"El libro se abre con una Introducción General, dividida en cinco partes: en la primera el autor ofrece una definición histórico-lingüística de la poesía macarrónica, delimitando así el objeto de su estudio, y explica el origen del término “macarronea”; en la segunda, “El lenguaje macarrónico” hace un repaso crítico a la caracterización lingüística del híbrido macarrónico realizada en Italia a lo largo del siglo XX (sin olvidar la contribución española de Antonio Torres-Alcalá), y analiza el papel de los componentes del macarroneo de Teófilo Folengo, el Vergilius macaronicus: latín, dialecto y vulgar toscano; la tercera ofrece una detallada bio-bibliografía folenguiana, necesaria dado el desconocimiento del autor y del género en nuestro país; en la cuarta se estudia la prosodia y la métrica folenguiana, modelo obligado para la producción macarrónica hispana, y, finalmente, en la quinta parte, se hace un recorrido por la historia de la macarronea española y la fama, literaria y crítica, de Folengo en España, cerrándose con la exposición de los criterios de edición. Cierra esta sección una bibliografía sobre la poesía macarrónica.

La obra está compuesta de una decena de capítulos: el primero está dedicado a la primera macarronea española conocida, la de Juan de Vergara (1522 circa), ambientada en el conflicto de las Comunidades de Castilla; el segundo versa sobre las macarroneas compuestas por los médicos Diego Sánchez (1533) y Méndez Nieto (1552 circa), transidas de espíritu goliárdico universitario; el tercero está dedicado en exclusiva a la macarronea erótico-satírica del jerezano Francisco Pacheco (1565), la más extensa de las conocidas, que, a nivel estilístico se aleja de la primera fase de la producción macarrónica española, y se acerca a la fase clasicista y normativa que inician las macarroneas lepantinas; en el cuarto se estudian las composiciones del maestro Martínez yJuan Escribano, escritas para las justas poéticas convocadas en 1571 por la Universidad de Salamanca para conmemorar la victoria de Lepanto, siendo testimonio de la popularidad del género en el ambiente universitario; el quinto presenta el emblema macarrónico, Otiositas vitanda (1605), compuesto en Cádiz, y anómalo desde el punto de vista de los dos géneros que funde; el capítulo sexto recoge tres breves composiciones de comienzo del siglo XVII de la pluma de López de Úbeda, Pero Miguel y Rodrigo Caro, que ilustran la culminación del proceso de normalización de la tradición macarrónica postfolenguiana en España; del último año del siglo (1700) conservamos una anónima macarronea, conmemorativa de la entrada en Sevilla de dos Grandes, que presenta las peculiaridades sobresalientes de contar con una doble redacción y de representar la primera aplicación conocida del género macarrónico a la crónica costumbrista, y a la que se dedica el capítulo séptimo; en el siglo XVIII -tratado en el capítulo octavo-, resultan extremadamente notables por sus inusitadas conexiones con manifestaciones parateatrales barrocas como la mojiganga callejera la macarronea del gaditano Merlinus y la recitada en una mascarada sevillana de 1740, a las que se une el epigrama canario de Quijada, que es una típica composición de circunstancias; aun perteneciendo también al siglo XVIII, se dedica un capítulo completo a la Metrificativo invectivalis de Tomás de Iriarte (1786), que constituye una admirable sátira ilustrada contra la anquilosada universidad del tiempo; el décimo estudia la última composición del género recuperada, la Pepinada, de Francisco Sánchez Barbero (1812), escrita en Cádiz contra José I Bonaparte, el postrero, y, sin duda, más folenguiano de los poemas macarrónicos españoles. El objetivo de estos capítulos es, pues, presentar un estudio introductorio, edición crítica con aparato de fuentes y traducción anotada de la poesía macarrónica postfolenguiana en España. Quedan excluidos, pues, de él todas las composiciones híbridas o macarronizantes que se han presentando en ocasiones como macarroneas.

Las macarroneas son estudiadas por orden cronológico y son agrupadas o individualizadas en capítulos según criterios de oportunidad que son expuestos al comienzo de cada uno de éstos. Dentro del estudio del macarroneo de cada poema el autor se ha esforzado en trazar una semblanza, sucesivamente, del léxico macarrónico dentro de los parámetros clasificatorios creados por Ugo Enrico Paoli (macarronismos léxicos, morfológicos, heteróclitos, semánticos, de locución, como puede verse en el subapartado II.1.2 de la Introducción General), de su frecuencia y función estilística, de la sintaxis, de la prosodia según la clasificación ofrecida en la misma Introducción General (capítulo IV, más concretamente), y de la métrica de acuerdo con los cuadros de análisis creados por mí en diversas publicaciones sobre poesía latina humanística y utilizadas después, con importantes ampliaciones, por otros miembros del Grupo de Investigación “Elio Antonio de Nebrija”.

Se ofrece, además, un glosario general de los macarronismos y neologismos latinos de los poemas agrupados en los capítulos. Cada entrada, dispuesta por orden alfabético, presenta, además, la forma actual española del vocablo, cuando procede, y su acepción concreta, cuando parece oportuno; asimismo, se dan los casos en los que aparece, si se trata de un sustantivo o adjetivo, y sus accidentes verbales si se trata de un verbo, así como la escansión métrica (normalmente, no se indica la cantidad de la larga por posición ni de las terminaciones de los casos, excepto cuando se incumplen las normas prosódicas latinas) y el número de verso de cada registro con un eventual comentario final. En cuanto a la forma exponente de cada voz, se ha elegido el infinitivo presente activo para los verbos, el nominativo singular para los sustantivos, y el nominativo singular masculino para los adjetivos y pronombres, aunque no estén atestiguadas estas formas en las macarroneas, en lo que se sigue el criterio de la edición de Massimo Zaggia de las Macaronee minori folenguianas. En el caso de los sustantivos y adjetivos vulgares oxítonos macarronizados por la 3ª declinación latina, se presenta como entrada la misma forma oxítona vulgar haya o no registro de ella como nominativo singular (cf. p. e., respectivamente, glosario s.u. 'macaron' y 'jubon'), y la forma heteroclizada que disuelve la oxitonía cuando así hay constancia de ella en el poema (cf. p. e. glosario s.u. 'burronus'). Se dispone al final, tras el glosario, un índice de nombres propios y sus derivados, tanto latinos como macarrónicos, presentes en los poemas editados, y un índice general.

Los criterios de edición intentan tomar lo mejor de las ediciones italianas de las macarroneas folenguianas y las desarrolladas por el Grupo de Investigación “Elio Antonio de Nebrija” en sus ediciones de la poesía neolatina renacentista. En el caso italiano, el autor reaccionó en contra del -en su opinión- injusto relegamiento de la taxonomía macarrónica de Paoli por críticos posteriores en nombre de cierta “rigidez gramatical” (prejuicio asociado a la idea de que el lenguaje macarrónico está libre de reglas, cuando era esto uno de los factores más apreciados por sus lectores humanistas como elemento constitutivo de su comicidad), y son precisamente la presencia o ausencia de estos parámetros clasificatorios lo que ha permitido al autor el estudiar el mayor o menor grado de independencia de los poetas macarrónicos españoles de su necesario modelo folenguiano.

También es de destacar el empeño adicional del Prof. Domínguez Leal de no contentarse con una traducción en prosa al uso, pues ha realizado una traducción rítmica (más literal en su opinión que los circunloquios prosísticos) sirviéndose del hexámetro castellano empleado por Agustín García Calvo en su versión de la Ilíada de 1995, sin usar sus tiradas asonantadas. Este verso, efectivamente, consta de 6 sucesiones mínimas o pies (sucesiones de 3 sílabas, 2 de intervalo -átonas o alguna tónica, pero inmediatamente dominada- y una marcada, alternan con sucesiones de 2 sílabas, no marcada y marcada, y se miden como equivalentes), terminando en tiempo no marcado, y empezando o por tiempo marcado o precedido de una sola sílaba.

Los macarronismos, de hecho, han sido modernizados en su grafía pero no en sus particularidades morfemáticas (cf. p. e. glosario s.u. 'arronjare', gl. s.u. 'resgadus'), y no han sido sustituidos nunca por términos del español estándar actual, más aptos, sin duda, por su neutralidad connotativa a la uniformidad léxica que no sobresalta la transmisión del "sentido" en una traducción en prosa típica y, por eso, aparentemente "literal".

Al estudiar a los poetas prefolenguianos, Ugo Enrico Paoli señalaba que el macarroneo humanista no admite versos fuera de medida y carentes de cesuras regulares, y que en caso de hallar excepciones, debían atribuirse a corrupción textual. Años más tarde, el también editor Ivano Paccagnella opta por un criterio más prudente y elástico. Este criterio de prudencia es el que ha procurado seguir nuestro autor sin aceptar, por otra parte, el superficial prejuicio de que, por ser macarronea, deben ser admitidas todas las lecturas de las fuentes manuscritas y / o impresas." (cf. op.cit., p. XI-XIV)


domingo, 3 de noviembre de 2024

LA AUSENCIA DE LIBERTAD POLÍTICA EN LA UNIÓN EUROPEA

 


Últimamente pienso que no me gustaría vivir para ver la Tercera Guerra Mundial, a la que sin duda no sobreviviría. A mediados de los años 60 del siglo XX, cuando nací, la Segunda Guerra Mundial no quedaba tan lejana en el tiempo, y muchos de los tebeos, películas, enciclopedias, y libros que leí en mi infancia y primera juventud versaban sobre esa gran conflagración. Luego, en los años 80 ciertas películas y canciones me hicieron tomar conciencia del peligro mortal para la Humanidad que representaría una guerra nuclear iniciada entre los dos bloques de poder entonces existentes.

Ahora, mientras buscamos cómo divertirnos, olvidándonos de una vida diaria cada vez más cara y siniestra, el parlamento europeo (ése donde el PP y el PSOE votan lo mismo al 87%) ha aprobado nuevas partidas millonarias para Ucrania y el uso de armas occidentales de largo alcance contra territorio ruso (ahora que los UEA están de campaña electoral). El presidente de la Duma rusa recordó entonces que uno de sus misiles podría alcanzar la sede en Estrasburgo de tal institución corrupta y oligárquica (eso lo digo yo) en unos tres minutos. Es evidente que se ha perdido el miedo a la disuasión nuclear y nos encontramos en una situación peor a la de la de los crisis de los misiles de Cuba, por culpa de una oligarquía a la que no le importaría tirarnos a todos por la borda, para proteger sus privilegios.

Esto tal vez no sería posible si dicha UE fuera una organización democrática, es decir, formada por verdaderos representantes elegidos por los electores. Todo lo contrario: el parlamento europeo, cuyos miembros son elegidos por el sistema partidocrático proporcional de listas de partido de obediencia debida al aparato de éste, no tienen realmente un poder legislativo -el de promulgar y aprobar leyes-, que presuntamente comparte con el Consejo Europeo (a cuyos miembros llegan casi sin variar una coma los proyectos elaborados por la cuarentena de Agencias que orbitan en torno al Leviatán UEropeista), ya que la verdadera iniciativa legislativa corresponde a la Comisión Europea, formada por políticos propuestos por los distintos gobiernos. (Así hemos visto recientemente a Teresa Ribera, tan antinuclear en España, proponer un plan de desarrollo nuclear en UEropa como nueva comisaria).

Tenemos, de tal suerte, una institución hiperburocratizada que arropa y promueve lo más podrido de las corruptas partidocracias del continente, y cuyo objetivo principal, aparte de la autopromoción, es el de servir a los intereses económico-belicistas de los EUA, de las grandes corporaciones transnacionales angloamericanas, y también al beneficio de terceros países, como Marruecos, y otros lobbies maletinescos. Todo eso, de forma evidente, en perjuicio de países comunitarios como el nuestro, España.

La lucha por una democracia representativa (elección de diputado uninominal de distrito sin listas de partido y separación de poderes) no puede ser cosa de un solo país, sino que implica la necesaria demolición de la actual estructura oligárquica de la UE, que nos carga de impuestos y regulaciones, pretende controlar nuestra vida y dinero mediante el futuro euro digital, eliminar la libertad de expresión acusando a la disidencia de "desinformacion" y creando delitos de opinión que llama "delitos de odio"; que nos atiborra de su ideología obligatoria, destruye nuestra agricultura, nos dice lo que tenemos que comer y cómo vivir en una deriva dictatorial que sin duda podría inspirar a un nuevo Orwell.

Nada de esto puede iniciarse sin habituarse de nuevo a decir 'no': No a la guerra, no a la corrupción, no a las imposiciones de los burócratas sociópatas UEropeistas, nueva cacocracia parasitaria, no al adoctrinamiento de los grandes medios de comunicación y de la escuela, no a los objetivos de desarrollo insostenible; no, en suma, a todas las mentiras que quieren convertirnos en esclavos, aún más agradecidos si cabe, del régimen que nos estrangula y nos empobrece, para pedirnos luego el voto con el que mantienen su modo de vida, mientras nos ofrecen, a cambio, una piadosa eutanasia, cuando no podamos llegar hasta la urna.


domingo, 13 de octubre de 2024

PERSONAJES DE MI NOVELA "CRÓNICAS DE ZIBELTERRA": D. FRANCISCO NODARO

 


Otto Dix [Facebook]


D. Francisco Nodaro es uno de los notarios más prestigiosos de Zibelterra, de quien son clientes María Jesús Fielato y su abogada Leonor Azutamendi. Es por él que Leonor descubre que la Sra. Fielato ha firmado, a sus espaldas, en la notaría un contrato de permuta de su lujoso piso por una acuarela de un tal Agar Labasú. Alarmada, llama a su cliente, y ésta le responde confusamente, antes de colgarle y ausentarse de Zibelterra. 

Leonor, preocupada por la suerte de Marichu Fielato, acude a la notaría de D. Francisco, para recabar más informaciones:

La abogada se volvió y vio a un señor alto, con aspecto de antiguo seminarista, que le sonreía indulgentemente. La chaqueta marrón de tweed, el chaleco verde, y el pantalón de pana beige (y sus delicadas y casi imperceptibles variaciones), parecían el uniforme de D. Francisco, el notario, que seguía manteniendo esa sonrisa dedicada a Leonor, gesto que parecía ya independiente de su cara arrugada y su nariz aguileña que sostenía unas gruesas gafas doradas, a la que su pelo crespo y parcialmente encanecido daba un empaque casi épico.

Pero lo que descubrirá en el despacho del fedatario no hará sino aumentar su horror y desconcierto.


domingo, 6 de octubre de 2024

POR QUÉ EL "RESTO DEL MUNDO" HA ELEGIDO A RUSIA

 


Tal es el título del capítulo 11 (Pourquoi le reste du monde a choisi la Russie) de La défaite de L'Occident de Emmanuel Todd. Señala el autor el hecho sorprendente para él de que, desde el comienzo de la crisis de Ucrania, Occidente, tanto en su rama norteamericana como europea, sigue considerándose aún el centro del mundo, o mejor aún, que lo representa en su totalidad, y a cuyos valores el resto del mundo estaría rendido de admiración.

Parece, según Todd, que desde la caída del muro de Berlín, Occidente se hubiera aferrado a una mirada narcisista de autocomplacencia. No obstante, después de la Gran Recesión de 2007-2008, y del traspiés de la globalización que Occidente desencadenó -buscando con la deslocalización convertir a la población del "Resto" en un proletariado generalizado-, dice Todd, "el narcisismo occidental, y la obcecación que produce, se ha convertido en una de las ventajas estratégicas principales de Rusia (op. cit. p. 305)".

Así, sólo han condenado con añadido de sanciones económicas a Rusia los EUA, la UE, y algunos pocos países satélites (que no representan más que el 12% de la población mundial), siendo sorprendente la gran cantidad de países que ni siquiera condenaron formalmente la acción militar del país eslavo. Un efecto colateral de la guerra (que debía aislar a Rusia) ha sido, incluso, el aumento del número de países adscritos a los Brics.

Todd intenta, pues, dar una visión más realista del mundo, explicando por qué ese "Resto del mundo", expresión que proviene de la anglosfera para designar al no-Occidente (The West against the Rest), no ha apoyado a Occidente, sino que ha deseado la victoria de Rusia, y, tras constatar que ésta ha aguantado la riada de sanciones, ponerse poco a poco de su lado. La realidad del mundo es, para el ensayista francés, el doble antagonismo, económico y antropológico, que enfrenta el "Resto" al Oeste.

El antagonismo económico, expresa Todd, "deriva del hecho evidente de que la globalización ha demostrado ser no más que una recolonización del mundo por Occidente, este vez bajo dirección norteamericana y no británica. La explotación de los pueblos menos avanzados (la extracción de la plusvalía, que dirían los marxistas) ha sido más discreta, pero mucho más eficaz que en los años 1880-1914) (op. cit. p. 310)"

En cambio, una Rusia que vive de sus recursos naturales y de su industria, y que no tiene medios, ni lo pretende, para imponer sus valores y su cultura, ha parecido preferible a un "Resto", que espera que ésta, que había contribuido a la primera descolonización en la época de la URSS, lo haga en esta segunda. (Recordemos los recientes sucesos en algunas antiguas colonias francesas, víctimas de la Françafrique, que han expulsado de sus territorios a las tropas galas y norteamericanas, y han abierto sus brazos a la influencia rusa y china).

Por otra parte, la posible alianza entre Occidente y las oligarquías dirigentes de países del "Resto" se ha visto fracasar por la incautación ilegal de activos rusos en Occidente: esto ha provocado una ola de terror entre éstas, que les lleva, a una velocidad u otra -pues esta ruptura de confianza les puede hacer pensar con razón que podrían ser los siguientes-, a querer librarse del imperio del dolar.

Finalmente, del punto de vista antropológico, la imposición desde Occidente de una legislación LGTBI y transgénero a cambio de ayudas económicas, o de sanciones en caso de negativa, provoca un rechazo creciente en este "Resto", que tiende así a un enrocamiento identitario, que no puede ver más que con simpatía un neoconservadurismo moral ruso que ya no es ateo.

Esas legislaciones arriba aludidas, como la desarrollada recientemente en Japón, tienen como objetivo afianzar la pertenencia al campo occidental. Pero en este punto ve el estudioso francés la ironía suprema: ¿cómo una ideología como la transgénero, que afirma que un hombre puede volverse mujer y viceversa, cómo ese culto de lo falso (culte du faux, p. 334) puede llevar a alianzas fiables? Del tal suerte, señala Todd, se ha establecido una "relación mental y social entre ese culto de lo falso y la nula fiabilidad ya proverbial de los EUA en los asuntos internacionales" (op. cit. p. 334).


sábado, 14 de septiembre de 2024

FORTALEZA Y DEBILIDAD DE RUSIA EN LA GUERRA DE UCRANIA

 



Señala Emmanuel Todd en el capítulo I de su obra (La stabilité russe) que la solidez de Rusia ha sido una de las mayores sorpresas de la guerra, aunque, según el autor, no debería de haberlo sido. La verdadera cuestión es cómo los occidentales han subestimado a tal nivel a un enemigo, cuando los verdaderos datos sobre la recuperación económico-política del país eslavo desde principios del siglo XXI, tras el derrumbe de los años 90 del siglo anterior, estaban disponibles.

Todd revisa estos datos, incidiendo en que uno de ellos, una tasa actual de mortalidad infantil en Rusia inferior a la de los EUA, es un factor que muestra que aquél no puede aparecer en estadísticas sobre corrupción por delante de éstos (La mortalité infantile, parce qu'elle reflète l'état profond d'une société, est sans doute en elle-même un meilleur indicateur de la corruption réelle que ces indicateurs fabriqués selon on ne sait trop quels critères [p. 39]).

Si Angela Merkel y François Hollande confesaron que firmaron los acuerdos de Minsk de 2014 para dar tiempo a los ucranianos para armarse, afirma por su parte Emmanuel Todd que tampoco fue un tiempo perdido por los rusos, que necesitaban un periodo para hacer frente a la desconexión de Swift y para afrontar un régimen de sanciones extremo. Así, en la regulación de Internet puede verse una de sus mayores victorias, pues han combinado la presencia de los gigantes norteamericanos del sector con otros campeones nacionales que les permite ser autónomos -recuérdese el caso de la caída mundial de Microsoft en julio pasado, a la que Rusia resultó inmune-.

Según Todd la imagen occidental de un Putin estalinista gobernando un pueblo de imbéciles no puede estar más lejos de la realidad; la "democracia autoritaria" de Putin se inscribe en una continuidad de la historia general de Rusia con sus propias características: en primer lugar, una vinculación visceral con la economía de mercado, a pesar del papel central que juega el Estado; en segundo, una libertad total de circulación para los ciudadanos rusos; y por último, la ausencia completa de antisemitismo, vieja cabeza de turco de los líderes soviéticos. Rasgos todos que hablan de cierta seguridad en sí mismo por parte del régimen.

Por otra parte, las clases medias rusas (de las que salen proporcionalmente casi el doble de ingenieros que de las de los EUA) no han servido al bello sueño occidental de derribar a Putin, tras haber contribuido a la caída del comunismo. Era, de tal suerte, inevitable que la Rusia postcomunista conservara rasgos comunitaristas (propios de la familia tradicional, autoritaria (en la figura del padre) e igualitaria (entre los hermanos)), en mayor o menor medida en todos los estratos sociales, a pesar de la adhesión fervorosa a la economía de mercado.

Tras analizar estos elementos constitutivos de la estabilidad rusa, pasa Todd a analizar su verdadera fragilidad: la demografía.

Señala el demógrafo francés que la contracción de la población masculina reclutable pone en evidencia la propaganda eurootanista de comienzos del conflicto, que afirmaba que los rusos querían llegar hasta Lisboa. Rusia simplemente no dispone de hombres para ello, ni nunca fue su objetivo.

Ante tal penuria demográfica y baja natalidad (común a casi todo Occidente) Rusia ha desarrollado una estrategia particular, la estrategia del hombre escaso (La stratégie de l'homme rare [p. 64]). El ejército ruso ha decidido, pues, hacer una guerra lenta para economizar hombres, mientras desangra al enemigo.

Los estrategas de Washington son conocedores de esa realidad, pero ello les ha llevado a subestimar la capacidad de un Estado que, a pesar de contar con una población decreciente, posee un elevado nivel educativo y un nivel tecnológico muy relevante.

El tiempo corre por el momento a favor de Rusia, aunque ella misma sabe que no eternamente; por eso su única salida es la victoria.


domingo, 25 de agosto de 2024

ESTADO-NACIÓN, ESTADO POSTIMPERIAL Y SOBERANÍA EN OCCIDENTE Y EN RUSIA

 



Emmanuel Todd recuerda el planteamiento de John Mearsheimer, profesor de geopolítica en la Universidad de Chicago una semana apenas después del inicio de la guerra, el 3 de marzo de 2022: Rusia había anunciado mucho tiempo atrás que no toleraría que Ucrania ingresara en la OTAN, cosa que ya se estaba produciendo de facto. Lo único que ha hecho Rusia es materializar su advertencia. La única sorpresa es la sorpresa occidental (C'est au fond notre surprise qui était surprenante [p. 21]). Mearsheimer añadía que Rusia ganaría la guerra porque se trataba para ellos de una question existentielle.

Reprocha, no obstante, Todd al analista norteamericano su incomprensión hacia las motivaciones del campo occidental, de modo que ambos contendientes se acusan de locura criminal.

Explica Todd que Mearsheimer y Putin comparten la misma visión elemental de un mundo formado por Estados-naciones, caracterizados, según Weber, por el monopolio de la violencia, y por la soberanía, particularmente en el caso ruso, que no acepta ingerencias extranjeras en su política interior y exterior -es un modelo evidentemente muy distinto, podemos decir, al de las partidocracias occidentales, cuya casta dirigente obedece sumisamente a las consignas de la UE-OTAN a cambio de inyecciones monetarias para sostener las emisiones de deuda, y promesas de enriquecimiento personal o de proyección política internacional-.

Sin embargo, tanto el profesor norteamericano como el presidente ruso yerran, según Todd, al interpretar la situación en Occidente, pues no son capaces de ver que en él el Estado-nación no existe ya (à L'Ouest, l'État-nation n'existe plus [p. 25]).

A partir de esta tesis intentará el autor francés explicar el comportamiento de los occidentales.

Desde Aristóteles se afirma que un Estado-nación necesita como argamasa unas clases medias fuertes. La destrucción de estas clases medias en EUA -afirma el autor- ha venido acompañada de la destrucción de una cultura nacional compartida por las masas y las clases dirigentes. Así nos encontramos "ante un imperio privado de centro y de proyecto, un organismo esencialmente militar dirigido por un grupo sin cultura (en el sentido antropológico del término), que no tiene ya como valores fundamentales más que el poder y la violencia" (p. 28). Es decir, el retrato de una sociedad polarizada, dividida entre una masa cada vez más empobrecida y una "plutocracia depredadora" (p. 30)

Tal situación descrita lleva a Emmanuel Todd a hablar de un "Estado postimperial", que ha perdido la moral social y el sentimiento colectivo que era en su caso de origen religioso protestante, y que se lanza a una política de expansión exterior, mientras su base industrial se contrae.

De otra parte, la solidaridad, que nace de la unión de un grupo frente a un tercero que se percibe como enemigo, y que había servido para fortalecer el sentimiento nacional universalmente, no vale ya en el llamado Occidente, porque la imperialista soberbia ideológica de éste (que le hace concebirse como un "jardín"), impide considerar la existencia del otro, al que naturalmente debe asimilarse. "En cambio, la fuerza de Rusia radica en pensar en términos de soberanía y de equivalencia de las naciones: teniendo en cuenta la existencia de fuerzas hostiles, puede asegurarse su cohesión social" (p. 35).