MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor José Miguel Domínguez Leal

domingo, 17 de junio de 2018

ELECCIONES FRANCESAS EN CÁDIZ


Una mañana esperando el autobús para ir al trabajo me sorprendí mucho al ver colgado de una farola un cartel de propaganda electoral donde un candidato se postulaba para elecciones ... en Marsella.






Para mi sorpresa no era el único, y ya empecé a flipar cuando vi que se habían cambiado los paneles indicativos de lugares cercanos. Supe luego que se trataba del atrezo para una película llamada The Rythm Section que se iba a rodar en Cádiz, y que exigía la transformación de parte del centro histórico en la ciudad de Marsella.













Lamenté entonces el hecho de que esto no fuera más que una ficción, y que los gaditanos no puedan disfrutar, como los ciudadanos de Marsella, de la posibilidad de elegir directamente a su representante en elecciones de distrito uninominal a doble vuelta, donde cada candidato acude (como puede verse en el cartel de la última fotografía) con un suplente, que le sustituye en caso de imposibilidad de mantenerse en el cargo por cualesquiera razones.


Aquí en Cádiz, en cambio, como en el resto de España, no podemos elegir directamente ni siquiera a nuestro alcalde, sino que los súbditos pueden solamente refrendar listas de partido de obediencia debida de parte de los candidatos al jefecillo de partido que les ofrece un sueldo a cargo del Estado, donde pastan los partidos de este régimen que han secuestrado la representación popular.

domingo, 10 de junio de 2018

VIAJEROS DE LA INCERTIDUMBRE




Amigo lector:

La semana pasada me ha librado una experiencia totalmente inesperada. Me llamó el viernes una antigua compañera, colaboradora de la Cruz Roja, por si la podía sustituir en una emergencia producida por el desembarco masivo de pateras, en la que ella iba a actuar como intérprete de francés. Dado el aprecio que le tengo, acepté en el acto, y me presenté el sábado por la tarde en el edificio Elcano de Cádiz, donde el Ayuntamiento había cedido las instalaciones del club naútico para acoger al contingente de inmigrantes que allí era trasladado, pues la policía, con los calabozos de las comisarias desbordados, había empezado a poner en libertad a los inmigrantes ilegales, dejándolos a su suerte. La Cruz Roja, pues, iba en sus vehículos a buscarlos a las comisarias y los trasladaba a centros provisionales de acogida, desde donde se les asesoraba y la propia organización corría con los gastos de comprarles billetes de autobús para los destinos que indicaran dentro del territorio nacional, si contaban con familiares o contactos que los acogieran.

Y allí me ví el sábado por la tarde, y toda la mañana del domingo entrevistando a estas personas, recabando datos sobre ellas, y ayudando al personal de Cruz Roja. Fue un verdadero choque para mí, tratar con esos hombres, que esperaban pacientemente que se les diera comida, y un destino de viaje. Gambia, Guinea, Guinea Conacri, Mali eran las naciones que oía nombrar, y el rasgo común de un viaje azaroso, de no menos de un año y medio, jalonado de abusos, desprecio racista y maltrato por parte de las policías locales, a decir de ellos.

El personal de la Cruz Roja ya experto en estas lides no se mostraba muy optimista sobre aquellos que no tenían un contacto en España, y solicitaban Barcelona y Bilbao como destino, pues temían que cayeran en manos de mafias; extremo aún más peligroso en el caso de las mujeres. Tuvimos, de hecho, que verificar la identidad de un hombre que se negaba a salir de Cádiz, pues decía que lo habían separado de su mujer y bebé al ser rescatados en Barbate. Localizados la mujer y el niño en Algeciras, logramos comprobar que era efectivamente su marido, y no alguien que se dedicara a la trata, y viajara con su víctima, como a veces ocurría.

El domingo por la mañana se presentaron las televisiones, y me pidieron que hiciera de intérprete con uno de los jóvenes rescatados, Amadou, de 19 años, de Guinea Conakri, para ser entrevistado. Chico inteligente y estudioso -ya me gustaría a mí que muchos alumnos de aquí tuvieran el nivel de francés de estas personas-, me describió en detalle la dureza de su viaje de año y medio, huyendo de la corrupción y el paro en su país, el racismo, la explotación sufridos, sus fallidos intentos de paso por Ceuta, y la fría determinación de él y de sus compañeros de morir o pasar a Europa, incluso cuando -siempre según él- unos policías del país vecino pincharon la zodiac en la que viajaban, para que se hundieran antes de llegar a tierra. Espero que le vaya bien aquí, y pueda estudiar nuestro idioma como desea, para proseguir estudios. Ciertamente, el futuro de estas personas es incierto, pues son los últimos de los últimos de la lista, y ante estas tragedias uno suspende el juicio que le pueda merecer la inmigración ilegal.

Otra gran revelación, que me hace recuperar la esperanza en la sociedad civil, es la manera de trabajar de los voluntarios de la Cruz Roja, capaces de resolver las contingencias y problemas de última hora, sin escudarse en formalismos y plazos dilatorios como en la administración pública. Su ejemplo me ha galvanizado, y me he ofrecido a colaborar para labores similares cuando se dé la ocasión que parece que no va a tardar mucho, y no puedo más que animarte, amigo lector, a colaborar también con esta benemérita organización.

Vale.


domingo, 3 de junio de 2018

FRAGMENTOS DE MI TRADUCCIÓN DE "BALDO": La burla de Cíngar y Berta contra Tognazzo (VII, 202-382)





Cíngar, conmilitón de Baldo, decide vengarse de uno de los responsables del encarcelamiento de éste, tío Tognazzo, sirviéndose de la mujer de Baldo, Berta, para hacer creer a Tognazzo que se ha enamorado de él, y atraerle a un baile donde le preparan una burla magistral. Véase la traducción aquí.