Luca Signorelli
¿Para cuándo la resurrección de nuestros cuerpos maltrechos, reservorios de la nueva Peste? Ninguna forma espiritual, sino una nueva carnalidad nos prometía la fe de nuestros padres, huesos y carne inmunes al mal. Pero ahora sólo nos cabe esperar poder erguirnos con cierta dignidad sobre nuestra derrota.
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