Anne Starling, Edge of Industry (2009) [via feuilleton blog]
Ondas invisibles se retuercen sobre el arcaico paisaje de tendidos eléctricos, y las viejas moles del paisaje crepuscular de la industria de la Edad del Hierro. El mundo se vuelve falsamente fluido, y la metafísica se cuela por nuestros rooters.
Somos más dependientes, no más libres, si perdemos el arraigo a la materia. Así, un nuevo evento Carrington, como se llamó a la tormenta solar de 1859, provocaría un devastador colapso tecnológico.
La memoria de todo se confía también a estos ubicuos impulsos eléctricos que nos atraviesan, y el afán de perdurar, propio de nuestra Humanidad, me resulta azaroso, no más seguro. Pero siempre cabe el incendio.
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