Tras dejar el arco de Castelvecchio, Saraina y sus amigos hablan de las destrucciones cometidas en Verona por las invasiones bárbaras, y las matanzas de éstos cometidas por el emperador Galieno. Para ilustrar su disquisición toman de nuevo la dirección noreste (por la que vinieron del teatro), y llegan ante la porta Borsari (porta Bursarea), donde leen una inscripción alusiva a dicho emperador. Tal inscripción, que es visible aún hoy día en el epistilio de la doble puerta triunfal, conmemora la reconstrucción, con material de desecho, de las murallas de Verona ordenada en el 0265 por el emperador aludido, ante el peligro que suponía la invasión de los alamanos. Este nuevo recinto amurallado supuso una reducción del término municipal de Verona respecto al que existía en los primeros tiempos del Imperio. Por otra parte, la porta Borsari, al igual que la porta Leoni debe datarse entre mediados del siglo I y la edad Flavia: obras ambas de la iniciativa municipal y que corresponden a la magna Verona de Marcial (XIV, 195). Fue, asimismo, reproducida en grabado, junto a un detalle de columna, en la obra sarainiana de 01540.
Nosotros llegamos al doble arco por su parte trasera, y nos impresionó, aparte de su estado de conservación, su perfecta integración y mimetismo con el entorno urbano arquitectónico, lo que quizás haya contribuido, como nos dijo nuestro ya amigo Silvano Bassi, a que esos cabizbajos veroneses no sean muy conscientes de su esplendoroso pasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario