La revista El Alambique se caracteriza por su variedad y riqueza de contenidos; en su sexto número ofrece, aparte de un ramillete de poemas de variados autores (entre los que destacan, para mi gusto, los de Diego Román Martínez, y Pilar Gómez Bedate), un sentido y bello homenaje a Chicho Sánchez Ferlosio, una sección de aforismos, otra de estudios literarios dedicados a la poeta rumana Ana Blandiana, y una selección de poemas en versión bilingüe (entre los que subrayo los de Vinicius de Moraes y Roberto San Geroteo).
Recuerdo con intensidad los homenajes antólogos dedicados a los poetas Julio Antonio Gómez y Ángel Luis Vigaray (meritísimo editor también) en números anteriores; personajes marginales y orillados del mundo literario que la revista, empero, ha recuperado en su estro fieramente humano, con los testimonios de amigos y conmilitones, que no ahorran luces y sombras sobre estas personas, que se acrecen así en el recuerdo con el testimonio de su irreductible humanidad. Un sentimiento parejo inspira el homenaje dedicado al poeta y cantautor, en el que destacaría las contribuciones de Agustín García Calvo (maestro desdichadamente desaparecido en vísperas de la salida de la revista), Jesús Munárriz, y su sobrino Máximo Pradera; así como el álbum fotográfico, que trasciende la cálida humanidad del artista, confirmada después por mí al ver la película documental de Fernándo Trueba Mientras el cuerpo aguante, en la que Sánchez Ferlosio comparte sus múltiples inquietudes, lecturas y canciones, así como pasajes de su vida bohemia a la par que comprometida; y, finalmente, su antología poética.
Todos estos elementos literarios y gráficos, a los que se unen las reproducciones diseminadas de artistas como Susana Benet, Mariano Castillo y Natalia Izquierdo López, y la cuidada edición de la revista fomentan el deseo de atesorar sus números de afortunada integralidad.
4 comentarios:
No conocía el documental: es encantador, aunque aviva la nostalgia. Gracias por tu comentario, José Miguel.
Saludos.
El documental hace muy atractiva la figura de Chicho. No me pude creer en un primer momentos los pitidos añadidos de censura.
Gracias a ti por leerme,Luis.
Un abrazo.
Buenas tardes, José Miguel. Te agradezco mucho el comentario sobre mi poema y me alegra que te guste. No conocía tu blog, me ha remitido a él una amiga a raíz de la referencia. He visto tu otro (también) interesante blog y (también) lo he anotado en favoritos. Un placer comenzar a seguirte.
Muchas gracias a ti, Diego, y sé bienvenido.
Un abrazo.
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