Karl Hubbuch [Spencer Alley blog]
Dña. Eduvigis, viuda del dramaturgo zibelterrano Eliseo Senda y presidenta de su fundación homónina, aparece con su "frágil apariencia" por primera vez en la novela en un acto conmemorativo del ateneo local. Allí estrechará lazos con Blanca Folugo, concejala de Eventos Artísticos y Festivos del ayuntamiento de Zibelterra, y acólita del misterioso Agar Labasú. Ésta, pues, tendrá acceso a la casa museo del autor y a sus tesoros, con el pretexto de la participación de la fundación en la inauguración del Ámbito de Creación Contemporánea promovido por el ayuntamiento. Allí hablará frecuentemente con Eduvigis, y podrá conocerla mejor:
"Actriz de brillante futuro, según algunos críticos, había entregado dos décadas de su vida a un hombre que casi le sacaba 30 años de diferencia. La había seducido ese sesentón de ademanes impetuosos y ternura imprevista, dotado de una sensibilidad minuciosa, casi paranoica. Senda llegó a escribir algunas obras para ella, de las que sólo se estrenó una con Eduvigis como protagonista, aunque ese hecho se volvió pronto irrelevante: Ella se convirtió en su secretaria, su compañera de viajes y eventos, en testigo de su pasión por el arte, en su cómplice."
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