Cada vez me resulta más fastidioso e hipócrita celebrar el fin de año en diciembre, pues para gente como yo el verdadero año nuevo comienza hoy. Mientras estaba en la playa donde voy a nadar temprano, y escuchaba a algunos bañistas anunciar el fin de sus vacaciones, pensaba en que en unos días tendré nuevos alumnos, nuevo horario que va a condicionar mi vida diaria aunque intentaré que no lo haga de modo determinante, nuevos compañeros de trabajo, gente con la que conviviré un año entero, y con la que las relaciones serán buenas, o mejorables, la presión de lo políticamente correcto hasta en el lenguaje que debo usar, y contra la que me rebelo, a pesar de las alteraciones del sueño, y de la cuesta de septiembre. Muchas horas de convivencia en una comunidad, que me permite estar alerta en medio de una pequeña sociedad, y estar en contacto con los jóvenes, aunque también siendo consciente del creciente abismo que me separa del divino tesoro. Así que lo celebré ayer con cava.
Imagen: fotograma de Private property de Leslie Stevens (01960)
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