La isla de Versalles, terreno artificial creado en 1837, y ocupado originariamente por curtidores y carpinteros navales, fue transformado a partir de 1983 en jardín japonés. La composición de las rocallas y cascadas se articula en torno a tres edificios inspirados en el hábitat tradicional nipón. La frondosa vegetación de la isla artificial contribuye a separar y aislar su capricho estético del entorno urbano, al que une un parvo puente. Es, ciertamente, un remanso de paz, muy visitado, como vi, por jóvenes artistas para tomar apuntes del natural, y por otros jóvenes dispuestos a tomar el sol, y a ensoñar, quizás, con esos mundos semiacuáticos a que parece volcar a sus habitantes las ciudades costeras de tradición marinera.
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2 comentarios:
Casualmente estos días estoy pensando en hacer un jardín japones en un rincón de mi jardín. El motivo es porque me gustan los bonsáis Me han gustado las fotos.
Un saludo
Muchas gracias por tu comentario. Saludos.
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