Frente al mar y ante la ciudad torrada
persiste el castillo que espejo se alza
de las fronteras rocas africanas;
su foso el Estrecho, espejismo de agua,
que a patrio puñal otorgara fama.
Las piedras desnudas de sus murallas
en acantilado se ven mutadas
por el tiempo, crisol del panorama.
3 comentarios:
Todo piedra en desierto, todo desierto en piedra, cubierto de tiempo y esplendor... ¡castillo!
Cuando visité la ciudad me sorprendió su presencia gallarda.
Saludos
Antonio
Muchas gracias, Antonio, y sé bienvenido.
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