Antonio, un veterano maestro de Cádiz y artista polifacético y bohemio, escribe lo que me atrevo a llamar un blog callejero. Él no se maneja muy bien con internet, y emplea para expresar sus reflexiones una portezuela de la pared de enfrente del bar que frecuenta. Fotografié no hace mucho una de sus últimas "entradas" -lapidarias usualmente, a pesar del soporte metálico-, que viene a decir lo siguiente: "Atentado terrorista en Marrakech. El gobierno español manda alli a su policia científica. Correcto (pa ayudá). Igual que se hace en los atentados de la E.T.A. Bien. Entonces en el de Marzo de 2004 ¿por qué se puenteó a la famosa policía científica? con sus laboratorios. EIN??? Que me lo expliquen". No creo que se lo explicara Rubalcaba, si la pregunta llegara hasta él, ni los pardillos del PP.
No veo mucha diferencia entre estas efímeras creaciones de tiza, y las electrónicas, que se acumulan como por arte de birlibirloque en el aire hasta que las invocamos a través de blogger, y se van guardando en un archivo virtual a más de temporal, que no suele ser consultado a medida que se aleja en esa virtualidad temporánea que ya a priori resulta fatigosa. Sólo que tal vez los blogueros de la Red nos lo tengamos más "creído".
2 comentarios:
Sí, José Miguel, el 95% por ciento de lo escrito en blog se ha perdido virtualmente (aunque esté flotando en el ciberespacio, no sabemos cómo). Pero lo mismo ocurre con nuestras conversaciones y charlas, que se pierden inmediatamente dichas. O peor las multitudes de libros que no leemos... (esto suena a Eclesiastés).
Un abrazo.
Es cierto, amigo Joaquín, y sólo queda la esperanza de lo que conserve la memoria, que, como se sabe, es la madre de las Musas.
Un abrazo.
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