MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor José Miguel Domínguez Leal

domingo, 20 de julio de 2014

"CON LAS HORAS CONTADAS" DE LUIS CERNUDA




"Con las horas contadas" es la décima serie de "La realidad y el deseo" de Luis Cernuda, escrita entre 1950 y 1956. J.M. Capote en su edición antológica lo considera un libro esencialmente meditativo; en él aparecen temas e incluso figuras de la serie precedente como el rey Felipe II, que es presentado como un parcial trasunto de la realidad madura del poeta, incomprendido y cuestionado, pero temido por el atrabiliario dardo de su palabra ([...] "No se lo perdonaron, no le perdonan nunca / Este miedo que en su presencia les doblaba. / Aún por eso le odian, odiando ahí aquella imagen de sí mismos. / Aún murmuran de él. Así le envidian. Y con rabia / Denigran su grandeza, que no sabe prestarse / A los prácticos modos de engañar la conciencia, / A la nación de hormigas la tierra socavando, / Al pueblo de tenderos acumulando, y no siempre lo propio.", Águila y rosa). En nocturno yanqui revisa Cernuda con un sentimiento de desengaño los elementos que han marcado su existencia: la literatura, el paso del tiempo, la búsqueda de la justificación en la obra literaria, y en el futuro lector o poeta que lo redimiría, la pérdida de la juventud, el trabajo, el amor, para concluir con una aceptación sosegada del inevitable soliloquio circular consigo mismo. La constatación de la futilidad de sus sueños literarios y vitales, se traslada artísticamente a un métrica en la que adquiere gran prevalencia el arte menor, que expresa mejor un discurrir que ya no es tan discursivo, como sentencioso; "mejor la destrucción, el fuego", afirma Cernuda ante la obra poética que puede convertirse en "otro ornamento inútil", "domesticado para el mundo de ellos".
El libro cuenta con una segunda parte llamada "Poemas para un cuerpo", dieciséis poemas que nacen de la experiencia de un amor homosexual consumado en plenitud, y que alcanza altas cotas de intensidad lírica ("Entonces te doy gracias y te digo: / Para esto vine al mundo, y a esperarte; / Para vivir por ti, como tú vives / Por mí, aunque no lo sepas, / Por este amor tan hondo que te tengo", Sombra de mí). Es la corporalidad la que resuelve todas las dualidades, la que dialoga directamente con el amor del poeta, la que le subyuga, y le hace firmar una tregua con la vida; y a esta materia sólo puede reconocerle su deuda, y su superioridad ("Si todo fuera dicho / Y entre tú y yo la cuenta / Se saldara, aún tendría / Con tu cuerpo una deuda / [...] / Mas mi amor nada puede / Sin que tu cuerpo acceda: / Él sólo informa un mito / En tu hermosa materia." Un hombre con su amor).


Ilustración: Christian Schad

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