En 2006 la editorial Lucina publicó una versión rítmica de Le cimetière marin a cargo de Agustín García Calvo. Mi idea es confrontarla a la clásica ya de Jorge Guillén (cf. Paul Valéry, ALGUNOS POEMAS. Edición bilingüe, traducción y epílogo de Jorge Guillén, Ocnos, 1972), que es la eligida por F. Rico para su Mil años de poesía europea, pp. 782-793. El volumen de Ocnos lo adquirí en mi ya lejana época de estudiante en Sevilla en una librería de viejo, y el de García Calvo recientemente en Salamanca.
Las dos traducciones carecen de anotaciones. García Calvo es el más explícito a este respecto que el admirador de la poesía pura de Valéry que es Guillén, y afirma en su Presentación haber entendido el poema con toda la precisión posible, y haber producido, en compensación, una versión "más bien aclaratoria". En ese aspecto, ha sido fundamental para G.C. su tratamiento del verso, frente a la normativa versión en endecasílabos de J. G.: "[...] el haber descubierto que el "decasílabo" (10+1) francés no es el verso correspondiente al hendecasílabo a la italiana y practicado en todas las otras lenguas europeas, sino un verso que se parte en principio tras la 4ª sílaba (marcada) y es por tanto [...] un verso roto desigualmente en un kómma de 4 (+1) y uno de 6+1 o 7, y así lo hago imprimir, inusualmente, en la versión francesa del poema, mostrando la equivalencia con el de mi versión, que es de un kómma de 5 sílabas (pocas veces 4 en agudo) seguido de uno de 7 sílabas, llano, pero agudo en el 3º y 6º verso de cada estrofa [...] (cf. ibidem, p. 8). En cuanto a las rimas consonantes de las estrofas originales, J. G. renuncia a reproducirlas, mientras que G. C., aun afirmando su "puerilidad", les reconoce una virtud como inspiradoras de ocurrencias para el poeta por su propia dinámica de búsqueda forzada de igualación fonémica; "por la mera función rítmica" conserva una rima asonante en agudo en los versos 3º y 6º de cada estrofa, en contraste con los finales llanos del resto.
Ciertamente, la tipografía de la edición de G. C. anima más al recitado (aparte de lo dicho, se ofrece una estrofa en cada doble página), quien confía en "haber ofrecido al lector español una trama rítmica equivalente a la del poema original" (cf. ib., p. 9).
En mi opinión, es la intuición métrica de G. C. la que le permite, si se quiere decirlo así, conseguir, por lo general, una versión más "literal", e incluso más rítmica, en su ajuste al original, que la, por otra parte, excepcional de J. G. Podría señalarse un par de ejemplos al azar. Véase así la primera estrofa del poema (la reproduzco con la disposición tipográfica y puntuación de la versión de G. C. -incluso con sus erratas-, frente a los versos corridos de J. C., y a continuación ambas traducciones empezando por la de este último):
Ce toit tranquille,
où marchent des colombes,
entre les pins
palpite, entre les tombes;
Midi le juste
y compose de feux
la mer, la mer,
toujours recommencée:
o récompense [sic]
après une pensée
qui'un long regard [sic]
sur le calme des dieux!
Ese techo, tranquilo de palomas,
palpita entre los pinos y la tumbas.
El Mediodía justo en fuego traza
El mar, el mar, sin cesar empezando...
Recompensa después de un pensamiento:
Mirar por fin la calma de los dioses.
Tranquilo techo
por donde andan palomas,
entre los pinos
palpita, entre las tumbas;
la mar, la mar,
siempre vuelta a empezar,
la amasa en lumbres
Mediodía, el gran justo:
¡ah, paga buena
tras un razonamiento,
larga mirada
sobre dioses en paz!
La versión de J.G. produce una impresión más discursiva, y resulta más sintética, por tener que adecuarse al molde del endecasílabo (a pesar de hallazgos felices e inolvidables como el primer verso), y suena a traducción más prototípica en sus giros de gerundio; la de G. C., en cambio, está dotada de un ritmo peculiar, que se percibe en su recitado en voz alta (es para lo que está hecha -para lo que debería estar toda poesía-), -a pesar de algún leve elemento parafrástico como el "gran" de justo-, debido a la ductilidad del molde rítmico elegido, y a la rima aguda.
Si tomamos otra estrofa como la XIX podremos ver confirmados estos planteamientos:
Pères profonds,
têtes inhabitées,
qui sous le poids
de tant de pelletées
êtes la terre
et confondez nos pas,
le vrai rongeur,
le ver irréfutable
n'est point pour vous
qui dormez sous la table,
il vit de vie,
il ne me quitte pas!
Hondos padres, deshabitadas testas,
Que sois la tierra y confundís los pasos
Bajo el peso de tantas paletadas:
No es para los durmientes bajo losas
El roedor gusano irrefutable,
Que no me deja a mí. De vida vive.
Padres profundos,
testas deshabitadas,
que, ya de tantas
paladas agobiados,
sois tierra, y nuestros
pasos los confundís:
no a los que ahítos
dormís bajo la mesa
roe de veras
el vierme irrefutable:
de vida vive,
y no me deja a mí.
La versión de J. G. presenta, en mi opinión, un error de interpretación cuando traduce table por "losas", entendiendo a estos "durmientes" como los muertos, mientras que el "ahítos", que mantiene también la invocación, de G. C. da razón de esa vocación "aclaratoria" de su versión: esos durmientes deben ser entendidos en un sentido heraclitiano, mientras que el poeta es el "despierto" casi a su pesar, víctima de ese "vierme" de la vívida conciencia. Quizás, y por concluir, la versión de G. C. transmita mejor ese ritmo moroso y aleve que atraviesa el poema, ajeno a la gravedad del pensamiento y la sabiduría prosaica.
4 comentarios:
Interesante entrada, José Miguel. No conocía la traducción de García Calvo, y tal vez por eso me resulta chocante comparada con la ya clásica de Guillén. La edición de Alianza Editorial viene acompañada con un "ensayo de explicación" de Gustave Cohen, en el que, estrofa a estrofa, va dando pequeñas pinceladas.
Saludos.
Acertado análisis. Yo también me detuvo hace tiempo a comparar versiones: http://todoal59.blogspot.com/search/label/Val%C3%A9ry
Muchas gracias por tu comentario, Luis. Podría haber sido más larga la entrada, pero creo que con esos ejemplos era suficiente.
Gracias por la información.
Saludos.
He leído con interés tus dos entradas sobre el asunto, Alejandro. A mí me gusta más la versión de García Calvo, y uso dos estrofas para comparar los diversos enfoques de traducción, pero no sale uno -afortunadamente- del terreno de lo subjetivo.
Saludos.
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