Ayer conversaba con unos amigos, y disfrutaba mucho con su charla; contaban que habían estado en Florencia una semana con sus parejas en un piso alquilado, y todo lo que habían visto allí; artistas ellos mismos, son además, grandes conocedores de Leonardo, Miguel Ángel, Rafael y otros creadores del Renacimiento. Florencia, una ciudad donde todo está calculado para facilitar la vida, donde hasta los peldaños de las escaleras están construidos para deslizarse subiendo. Los dejé a eso de las 11 de la noche, pues debía levantarme muy temprano al día siguiente, y ya estaba cansado. Sentí nostalgia de esa Tebaida florentina, que he visitado sólo una vez de pasada, y también de un mundo que se me escapa, por falta de tiempo y desacuerdo de números. Me doy cuenta de que me atenazan mil y un cálculos, y obligaciones, y me gustaría tener un espacio de distensión, una cábala del reposo, que me permita mirar frente a frente a Dios, y su Enigma, y no pasar por alto, como un idiota, aquello que me conforma, sea para ensalzarlo, sea para negarlo. Pero no vivir así, a regañadientes, y espiando la sombra de lo que podría llegar a ser, o no. La Pasión no es lo importante, ni esa tontería kavafiana del camino por el camino, lo definitivo es la Resurrección, la Transformación. La ruptura empieza por dentro.
Foto: Paco Gómez
4 comentarios:
Bueno, José Miguel, al menos ahora vienen las vacaciones y tendremos tiempo libre para reflexionar. Un abrazo.
Estas vacaciones nos van a venir como agua de mayo.
Un abrazo, amigo Paco.
Esperemos que no se cumplan sendos presagios, que no haya agua en Semana Santa... ¡ni en mayo!
A ver si al menos puedo ir a la playa, ¡gratis como es!
Seguro que no te faltarán oportunidades de ir a tu Caleta, Paco.
Un abrazo.
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