Ayer hubo una jornada de puertas abiertas en el mercado central reformado. Tras bastante tiempo de obras han vuelto las gaviotas al tejado de éste. Ya no tienen uno a dos aguas como antaño
sino una superficie lisa, que no sé si les resultará más cómoda, o, en todo caso, indiferente. Ya echaba algo de menos a estas criaturas inquietantes que te sobrevuelan con absoluto desparpajo, como pasando de tu condición de rey de la Creación. Ésta es ya, lo sé, una foto para la nostalgia de los más "gaditas". Primero, llegaron Derribos Arias e hicieron el gran estropicio:
,
Y dejaron un espacio bastante agoral:
Pero como en Cádiz no hay ninguna escuela peripatética, estos caballeros siguieron con su ansia babélica,
hasta culminar su obra con un toque de jardín zen:
La verdad es que ha quedado bastante bonito, y todavía no se ha dejado notar ninguno de esos "artistas de la calle" que deja su marca como perro que levanta la pata... Bueno, espero, en todo caso, que después de tanta foto ningún desagradecido me considere un "mirón de obra" más...
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario