The poetry is in the pity, así lo afirma Wilfred Owen en el prefacio a sus War poems, que acabo de leer en la edicion bilingüe publicada en Acantilado ("Poemas de guerra") a cargo de Gabriel Insausti; la obra publicada en 1920 bajo el título de Poems -póstuma pues el poeta murió a los 29 años unos días antes del fin de la I Guerra Mundial-, contaba con un prólogo de Siegfried Sasson, otro de los llamados "poetas de guerra" con el que Owen coincidió en el sanatorio mental para oficiales de Craiglockart en 1917 durante dos meses y medio, tiempo en el que estuvieron al cuidado del eminente psiquiatra Dr. Willian Rivers. Owen fue internado por una crisis mental transitoria causada por sus traumáticas experiencias de combatiente, y Sassoon fue enviado a dicho sanatorio escocés por haber escrito una famosa declaración contra la continuación de la guerra, que sus superiores decidieron interpretar como un episodio de locura pasajera (su amigo poeta y compañero de armas Robert Graves intervino activamente para que no se le formara consejo de guerra). Sasson, algo mayor que Owen, animó a éste a escribir sobre su experiencia de guerra, y de allí surgieron algunos de sus mejores poemas sobre el conflicto.
La relación entre estos hombres excepcionales está magníficamente recreada en la película Regeneration de Gillies Mackinnon (1997), basada en la novela homónima de Pat Barner. La película intenta reflejar el hondo dolor de los personajes evocados, y sus dilemas morales: el afán pacifista de Owen y Sassoon, inseparable en ellos del deseo de volver al frente para compartir el sufrimiento indecible de los hombres a su mando, de esos hombres corrientes incapaces de expresarlo, y del que ellos, como poetas y combatientes, se sentían obligados a hacerse portavoces, y denunciar la indiferencia hacia el infierno lejano de la guerra, y, por otro lado, el dilema moral del Dr. Rivers que se esfuerza por sanar a hombres para mandarlos directamente a morir en el frente
En la película se recitan en off algún poema de Sassoon, y algunos de los que escribió Owen en esta época como Dulce et decorum est pro patria mori, y The parable of the old man and the young, que son, sin duda, de sus composiciones más logradas, en mi opinión, junto a strange meeting, y disabled. La sombría sonoridad, las aliteraciones, las imágenes expresionistas, y una leve ironía llena de humanidad, amor y esperanza en medio del horror circundante (lástima que la traducción de Acantilado sea en ocasiones defectuosa, y suprima constantemente sintagmas, y proposiciones enteras; aunque, por otro lado, cuenta con un interesante aparato de notas) proporcionan a los poemas del malogrado Owen, un valor de universalidad, en la medida que retrata el dolor y la locura humana en el fracaso de la racionalidad que supone la guerra.
Imagen: JamesWilby en el papel de S. Sassoon en un fotograma de la película Regeneration
2 comentarios:
Esos poemas de Owen son una maravilla, y el prólogo de Sassoon también. No sé si sabes que ese síndrome estaba descrito como "Shell shock", sufrido por convivir muchos meses con la muerte. Hay imágenes estremecedoras de soldados con la mirada perdida, incapaces de soportar tanto horror, vacíos de humanidad. Aquella guerra fue una carnicería, y puso a prueba los límites del hombre. Al menos salió de aquello alguna belleza, como una llamarada. Para mi gusto, "Disabled" es el poema más logrado.
Un abrazo, tocayo.
En las notas a la edición de Acantilado se habla del shell-schock, aunque en la película los protagonistas hablan predominantemente de war neurosis, así que no he sabido a qué termino atenerme. Muy de acuerdo contigo, y seguí con mucho interés la magnífica serie de entradas que dedicaste a estos poetas.
Un abrazo, amigo tocayo.
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