A Agustín García Calvo
Héctor ante las puertas espera a pie firme a Aquiles;
desde lo alto de las murallas sus padres lo llaman,
suplican que entre deprisa al recinto belmurallado,
último él por cubrir a las tropas en desbandada;
ausentes están su mujer y su hijo que acaso pudieran
hacer flaquear su determinación a su vista y lamentos.
Culpable de la derrota se siente de los Troyanos
ante el Aquiles reaparecido por mor de venganza;
sólo cree poder redimirse con la victoria
sobre el superior enemigo, o con la muerte en combate,
víctima sobrevenida del vértigo de lo vacío.
Imagen: "Guerrero" de David Aronson (Museo Sefardí de Toledo)
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