Recibí esta mañana una llamada del instituto donde trabajo, que me ha hecho tomar conciencia del sueño intranquilo que sufro hace unos días: es la señal del fin de las vacaciones. Lo malo -bueno, algo de lo malo- de la vuelta al trabajo en una profesión como la mía es su efecto acumulativo e irreversible. El día 1 de septiembre cruzas un Rubicón físico y anímico que te llevará a un increscendo de trabajo e implicación personal en él que resulta difícil de imaginar desde fuera. Absorbe gran parte de tu vida, aunque no lo quieras, y los primeros días de julio te deja aturdido y desorientado, como el ex combatiente que regresa a casa, sin poder alejar ya de su mente el campo de batalla.
Estos últimos días he sido rozado levemente por el manto de las Musas y he escrito unos poemas, un poco extraños y diversos de lo que he compuesto hasta ahora. Son hijos del lubricán veraniego, tocados de un leve surrealismo irónico, quizás producto de cierto estoicismo desenfadado ante las tormentas que se avecinan ineluctablemente.
Este verano no he salido de Cádiz, "gadita" por circunstancias no siempre ajenas a mi voluntad. He leído, escrito poesía, avanzado en la redacción definitiva de mi antigua tesis, hecho el boca a boca a mi blog, visitado otros... Y no he hablado de la actualidad. Asisto excéptico a estos momentos finales del zapaterismo. Han sido -son, y serán mientras sus hijos sean tutelados por el centenario partido- unos años broncos, desazonadores, sectarios -la calle siempre lo es-, de pérdida de referentes como si se hubiera querido mover el suelo bajo nuestros pies, y poner bajo sospecha a todos los que no encajamos con los dilectos de este régimen: los nacional-anti-católicos (en afortunada expresión de Gregorio Luri), los de memoria maniquea y guerracivilista, los etarras y proetarras reivindicados por la realpolitik salchichera y miserable de nuestro gobierno, los nacional-aldeanistas, la recauchutada secta pedagógica, l@s campeones del "género" totalizantes y censores, los carniceros del aborto al por mayor, los compasivos de la Solución Final, los de "el dínero público no es de nadie", los sindicalistas de partido y subvención, los jaleadores de Alianzas con Civilizaciones cortamanos, matagays y maltratamujeres, los Artistas de obediencia debida... todos aspirantes a subir al Olimpo "progre" (que no de izquierdas, que es algo mucho más profundo y complejo) con las botas bien forradas de subvenciones a cargo del contribuyente.
1 comentario:
1 de septiembre, y todas las energías nos reclaman. Feliz entrada de fin de verano, José Manuel, casi otoño... ¡vaya lluvia! Cuando puedas cambia de tu lista de blogs la nueva dirección del blog: ojosdeluna-pacovelazquez.blogspot.com
Saludos.
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