MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor José Miguel Domínguez Leal

martes, 15 de junio de 2010

POLÍTICAMENTE CORRECTO (I): Antiamericanismo.


"Hay que distinguir entre el antiamericanismo y la crítica a los Estados Unidos. La crítica a los Estados Unidos -vuelvo a insistir al respecto- es legítima y necesaria, a condición de que se apoye en informaciones exactas y se refiera a abusos, errores o excesos que existen realmente, sin pasar por alto, deliberadamente, las decisiones oportunas, las intervenciones provechosas o bien intencionadas, las acciones coronadas por el éxito [...] El antiamericanismo se basa, por su parte, en una visión totalizante, si no totalitaria, cuya ceguera pasional se reconoce, en particular, en que esa censura universal reprueba, en el objeto de su execración, una conducta y su contraria a pocos días de distancia o incluso simultáneamente [...]
La izquierda, deshonrada por su participación en los genocidios comunistas -o por su indulgencia complaciente y cómplice para con ellos-, se inventa permanentemente una versión de esa historia según la cual el único totalitarismo que parece haber existido en el siglo XX ha sido el nazismo y, de forma más general, el fascismo en sus múltiples formas. A eso se debe el martilleo incesante sobre Hitler, el Holocausto, Mussolini, Vichy, mientras que la crónica de los crímenes del comunismo, que, además, se siguieron y se siguen perpetrando, en cambio, mucho después de 1945, es siempre objeto de una censura vigilante [...] Así pues, no es de extrañar que los estudiantes, en sus declaraciones y manifestaciones públicas, se refieran a una historia mutilada: esa historia expurgada es la que predomina en las enseñanzas secundaria y universitaria [...] Así pues, se comprende el papel fundamental del antiamericanismo en el centro de ese dispositivo. Europa en general y su izquierda en particular se absuelven de sus propias faltas morales y sus grotescos errores intelectuales vertiéndolos sobre el gran chivo expiatorio que es América. Para que la estupidez y la sangre desaparezcan de Europa, es necesario que los Estados Unidos, a contracorriente de todas las enseñanzas de la historia verdadera, pasen a ser el único peligro que amenaza a la democracia. Incluso en la época de la guerra fría, de nada servía que la Unión Soviética o China se anexionaran la Europa central o el Tíbet, atacasen a Corea del Sur, esclavizaran a los tres países de Indochina, satelizasen a varios países africanos o invadieran Afganistán, de ello resultaba para los europeos, de Suecia a Sicilia, de Atenas a París, que el único "imperialismo" existente era el americano.
Por motivos en parte diferentes de los de la izquierda, la derecha europa comparte en gran medida esa visión acusadora de América [...] La derecha europea procesa a los Estados Unidos para no tener que explicar con sus propias equivocaciones el surgimiento de su superpotencia. A juicio de la izquierda, el antiamericanismo tiene, además, la virtud de permitirle proseguir su lucha contra el liberalismo. Así, L'Humanité del 27 de abril de 2002, en modo alguno desalentado por la "caída final" del Partido Comunista en las elecciones del 21 de abril, escribe que la batalla contra el Frente Nacional es la batalla contra "el fascismo, el racismo y el ultraliberalismo". Por consiguiente, no ha cambiado el asunto: se trata de asimilar el liberalismo al fascimo y los Estados Unidos son, naturalmente, la fortaleza del liberalismo y, por tanto, del fascismo. Observemos, además, de pasada, que incluso moribundo, con su 3,4 por ciento de votos, el Partido Comunista tiene la mentira tan clavada en el cuerpo, que no puede por menos de permanecerle fiel incluso en el momento de la defunción: en efecto, Le Pen en absoluto es liberal, sino antiliberal, aunque de extrema derecha o por ser de extrema derecha, y es tan antiamericano como la izquierda. Por lo demás, Mussolini y Hitler fueron violentamente hostiles al liberalismo, tanto como Stalin y por la misma razón: conocían el vínculo único que une al liberalismo a la democracia. En su época, la democracia británica era el blanco principal de su execración. Para los totalitarios de hoy, ya se llamen Laguiller [política troskista francesa, líder del partido Lutte Ouvrière] o Le Pen, América es la que desempeña la función de cabeza de turco".

cf. Jean-François Revel, La obsesión antiamericana, Urano, 2003, pp. 203, 221-224 (La aclaración entre corchetes es mía).

10 comentarios:

Máster en nubes dijo...

Pues sí, Revel lo explica muy bien, y luego hay temas curiosos, me parece. Cuando viajas y vives en el país, no en una universidad "selecta" o en cierta Nueva York, que es otra cosa, cuando visitas el museo de la inmigracón de Ellis Island y, sobre todo, te "pierdes" en barrios, pequeñas ciudades, pueblos, caes en la cuenta de que EEUU se ha hecho de mucho parias de la tierra, a los que cantaba la Internacional precisamente. Que el país, entre otras muchas cosas que es -porque es complejo, no tiene una sola cara-, se construyó entre otros por quienes no encontraban acomodo en la elitista e inmovilista Europa, luego de otros muchos países, huyendo primero de guerras de religión o la persecución, más a menudo del hambre y de la falta de perspectivas económicas. El triunfo del pueblo, con matices, por supuesto, está en la sociedad norteamericana, quizá por eso molesta tanto. No quiero ni mencionar la ceguera de los 60 y 70 de los intelectuales... (¿te acuerdas en la universidad, JM? era dogma de fe) sobre el comunismo, ese silencio y mirar a otra parte por el que tan pocos han pedido perdón o han dicho simplemente "me equivoqué", como si no hubiera pasado nada.

José Miguel Ridao dijo...

Muy brillante artículo, tocayo. Gracias por traerlo. Yo, desde luego, estoy de acuerdo en casi todo lo que dice. Un abrazo.

danicurri dijo...

siguiendo con el francés, chapeau, lo mejor que he leído en muchísimo tiempo; análisis lucídisimo de la acomplejada y caradura europea.

Luis Valdesueiro dijo...

Clarificador análisis. Pero tengo la impresión de que la mística antiusa ha empezado a resquebrarse en algunos, aunque no se hayan dado cuenta. Lo sensato sería no caer en el "chivo expiatorio" ni en el entreguismo. Pero tengo la impresión de que los adolescentes del día están más "entregados" que nunca.
Un abrazo.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Muchas gracias por tu comentario, Aurora. Me da un poco de envidia no conocer los EE.UU. En la universidad el ambiente era -es- asfixiante, lleno de tópicos antiamericanos. Lo que me sorprendió fue encontrar lo mismo, pero centuplicado, en la universidad francesa.
Un fuerte abrazo.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Muchas gracias, tocayo.
Bienvenido al blog, Danicurri, y gracias.

Paco Gómez Escribano dijo...

Estoy de acuerdo con casi todo lo que dice el artículo, José Miguel. Hay mucha hipocresía campando a sus anchas por Europa. Aunque creo que cada vez tienen menos credibilidad, de lo cual me alegro. Un abrazo.

Felisa Moreno dijo...

Un artículo interesante, que conduce a la reflexión, gracias por comapartirlo.
Saludos

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Muchas gracias por vuestros comentarios,Paco y Felisa.
Creo, Luis, que el bagaje crítico de los jóvenes es cada vez menor, aunque, afortunadamente, no suelen ser tan sectarios como sus mayores.
Un abrazo.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Lo siento, pero no pienso publicar comentarios anónimos en mi blog, pues si yo doy la cara con mi nombre y apellidos, espero que los demás hagan lo mismo, sobre todo si me acusan demagógicamente de cinismo, y me incluye sectariamente en alguna colectividad.