La música de Imán, califato independiente va unida inextricablemente a mi primera adolescencia. No puedo concebirla sin pensar en aquélla. En vez de escuchar Los 40 principales seguía una emisora local, Onda Jerez, y es allí, donde, de mano de un locutor cuyo nombre lamento no recordar, descubrí los discos de Imán (había otro programa, éste de noche y conducido por un presentador llamado Diego Velázquez, creo, que también pinchaba esta música, al mismo tiempo que, desprejuiciado, otras que consideraba decentes dentro del Tecno pop como Soft cell, pero el citado locutor diurno transmitía una particular pasión a la audiencia, y era acérrimo defensor de esta música relativamente marginal). Tenía un viejo tocadiscos en mi cuarto y allí escuchaba esta incomparable música, tumbado en la cama y con los ojos cerrados, hundiéndome en océanos de dolorosa profundidad (nada de extrañar, por otra parte, en un adolescente). Pienso que así buscaba inconscientemente dotar de cierta "magia" a esa "insobornable soledad", tan desconcertante y propia de esa etapa de la vida. Poseía sus dos discos de estudio en vinilo, su homónimo de 1978, y Camino del Águila (1980), aparte de algunas grabaciones caseras de alguna grabación en vivo retransmitida por Onda Jerez.
Años más tarde encontré en un bar de carretera del País Vasco el primer disco en CD -mi sorpresa fue mayúscula, e intenté no aparentar nerviosismo al pagar tan poco dinero por lo que consideraba una obra maestra-, y un amigo me hizo... (cave SGAE).
El grupo se disolvió en 1980. Creo que su historia posterior puede ser simbólica de lo ocurrido culturalmente en nuestro país. Al año siguente, vi a sus dos componentes principales y compositores, el extraordinario guitarrista Manuel Rodríguez y el no menos notable teclista Marcos Mantero vestidos de astronautas y actuando, creo recordar, en Aplauso. Entonces escuché quejarse amargamente al locutor de Onda Jerez de la ridícula tiranía comercial de las compañías de discos, y de la deriva que había tomado el grupo. A Manuel Rodríguez lo ví años después como guitarrista de La década prodigiosa, perfectamente camuflado, y a Mantero como teclista de Alaska. Ciertamente, la llamada Movida vino a arrasar con todo lo que se hacía antes en España en el terreno músical, llámese rock sinfónico o andaluz. No había lugar a la coexistencia pacífica. Los nuevos mandarines culturales sólo ofrecían esa exaltación de la mediocridad y la banalidad llamada Movida madrileña (con muy pocas y honrosas excepciones), que te metían hasta en la sopa, y que con el tiempo sólo ha servido para contribuir servilmente a la decoración de una "Fiesta de la rosa" de los magnates monegascos. Almodóvares y Mcnamaras tomaron el relevo de una generación musical que no tuvo medios, ni quizás tampoco demasiada confianza en sí misma para prolongar su arte. Son misterios del genio, que puede de improvisor enmudecer, quizás para siempre.
Hace un par de años pude asistir en Cádiz a un concierto que unía a los antiguos integrantes de Imán y Cai. Fue hermoso, pero ya nada sonaba igual que entonces, y constituyó, esencialmente, un ejercicio de nostalgia de lo que fue y no pudo ser. Con todo, di gracias desde lo más hondo de mi corazón a los componentes de Imán por esa música suya tan irrepetible, y que me sigue emocionando al borde de las lágrimas cada vez que la escucho.
5 comentarios:
Mi adolescencia también está unida a esa música. Los vi por primera vez en uno de aquellos magníficos festivales ("Luna llena" creo que se llamaban) que se hacían en la Plaza de Toros de Jerez, y que duraban 12 horas (toda la noche). Luego volví a verlos en un concierto en el teatro de San Fernando. Para mí eran y son, junto con CAI, una parada obligada en la memoria de aquellos años. Un abrazo.
Hola José Miguel, Saludos calurosos desde nuestro Castillo.
Raquel y Blanca han aceptado el duelo, jajaja, lo que nos parece excelente y bastante emocionante ver a los tres en el ruedo.
Fecha del Duelo: 23 de Abril, nos deben de enviar sus poemas el 22 de Abril o antes. Hay tiempo para cosechar buenas letras.
Enviar poema al Correo: torneodecaballeros@hotmail.com
Pues bienvenidos al torneo.
Un gran abrazo y mucha mucha suerte!!!!!
Los Caballeros de la Dama de Cristal
Pues yo no los conozco, no tuve el gusto. Diré que a mí me cambió la vida escuchar el single "Higway to hell", de AC/DC. Algo hizo crack en mi cerebro y a partir de ahí empecé a escuchar música heavy que me fascinaba. Como uno es inquieto, esto me llevó a Deep Purple y Led Zeppelin, y de ahí a Jethro Tull, a Pink Floyd, etc. Con el tiempo fui escuchando todo tipo de música, dejé de ser un sectario. Y mi época, claramente es la de la Movida Madrileña, en donde grupos madrileños y no madrileños se empeñaron en hacer Historia y en formar parte de una explosión como nunca ha habido y ya nunca habrá en este país. No significa que no hubiera música antes de la Movida, pero no había tanta.
Hablando de pelos de punta, me los sigue poniendo Leño, Nacha Pop, Secretos, Triana, Alameda, Extremoduro y otros cuantos, tanto españoles como guiris.
Un abrazo.
A mí me gustan casi todos los grupos que enumeras, Paco. Me refería a muchos que salieron por aquella época que eran mejor para olvidar.
Un abrazo rockero.
Uf, cuántos recuerdos me traen IMÁN Y CAI. Yo comparto contigo el recuerdo de estos dos grandes grupos. He ido últimamente a sus conciertos en Cádiz y en Bornos y, aunque suenen a nostalgia, fueron momentos mágicos.
Aún los sigo escuchando en casa, en CD, de vez en cuando los pongo y su música me sigue haciendo vibrar.
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