Ya ha llegado. Poco durará en la memoria. Desde la altiva altura de mi terraza contemplo sus colores, y sus detritus. La calidad de un carnaval me parece directamente proporcional a la de sus pelucas, y éstas va de mal en peor: guardarropía de lo urgente. Sólo en alguna esquina alguna carcajada te hace reconciliarte con esta fiesta de lo previsible, y de la diversión reglamentada.
Ilustración: Max Beckmann, "carnaval"
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