MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor José Miguel Domínguez Leal

domingo, 26 de julio de 2015

REAPARICIÓN DE LO HEROICO




"Reaparición de lo heroico" es uno de los poemas más logrados, en mi opinión, de José Ángel Valente, perteneciente a su libro El inocente (01967-01970). En los primeros versos es la palabra de Antinoo, flor de los pretendientes y las buenas familias en el salón itaqueo de Penélope, la que fluye, en endecasílabos despreciativos hacia la vieja guerra de Troya y su panoplia guerrera, vagas patrañas de la ideología, frente al futuro que nosotros somos / y olvidemos el arco, el duro arco del rey, / aquel objeto pesado y anacrónico. El joven Antínoo, políglota, y hábil en la ironía y el pastiche, en un retrato de intelectual en el que trasluce un color de época.
A este mundo de conveniencias y consensos, opuesto a la ardua esperanza de Penélope opone Valente el austero retrato del Ulises disimulado con un conector que es como un gozne del tiempo: Pero ya el harapiento vagabundo, / el huésped no aceptado, / impuesto por el hijo de la reina, / acariciaba el arco.
Así, consigue armar el arco ante las burlas de los pretendientes, y con este gesto y la fragosa respiración del héroe, el poeta recrea magistralmente en un par de versos un hic et nunc épico que constituye el clímax del poema: y un tiempo antiguo vino en oleadas / de hosca respiración hasta los hombres.
Consuma, de seguido, Ulises su venganza en versos deliberadamente cortos y de adjetivación definitiva: un chorro espeso / de irreparable sangre vino / a las fauces del muerto.
El nombre animalesco de fauces anticipa el epitafio de Antínoo que constituyen los últimos tres versos del poema, bello neoepilio lleno de nostalgia truculenta hacia lo épico inalcanzable: Flor de los pretendientes / irrisorio despojo, / entre el vaho animal de la hermosa matanza.



Ilustraciones: Guillermo Pérez Villalta, y cerámica griega del 450.

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