MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor José Miguel Domínguez Leal

martes, 27 de diciembre de 2011

NIEBLA NAVIDEÑA


Los primeros días de las vacaciones de Navidad han estado marcados en Cádiz por una intensa niebla. La niebla, heraldo de la humedad que cala hasta lo hondo, y de la ceguera de lo cercano, ha cubierto unas navidades muy desangeladas: no se percibe en las calles ni en las gentes los signos de bullicio de otros años, como si se prefiriera ignorar las fechas que vivimos. La crisis, o su conciencia, parece haber socavado los aspectos más consumistas de estas celebraciones, y se ha manifestado en un mutismo que se confundiría con cierto estoicismo, si no mediara como explicación la escasez creciente de recursos, y la necesidad imperiosa de reducir gastos. En casa también estamos sintiendo, por diversas circunstancias, la necesidad de ahorrar: el año próximo aumentarán nuestros gastos, y se reducirán nuestros sueldos. Por doquiera, la falsa alegría inducida de las navidades de espejuelo se volatiliza, y la auténtica, la del nacimiento de Cristo, produce estupor en nuestro mundo. Sólo consuela, en general, pensar en las puras vacaciones, y en su cuenta atrás hacia el retorno al trabajo absorbente.

Desconectar no es fácil, o es, simplemente, ilusorio, como esperar que algo cambie porque llegue el uno de enero. Procuro llenar mi tiempo de lecturas, de placer o sobre el tema de mis investigaciones filológicas. Me inclino cada vez más por la poesía, el teatro y el ensayo, y evito cada vez más la novela, más que nada por el escaso tiempo de que dispongo. Aunque siempre hay excepciones, por más que me inquiete ver los libros acumulados ya sin leer en mi pequeña biblioteca.

2 comentarios:

Retablo de la Vida Antigua dijo...

Es muy interesante su reflexión. Ha sido España, a pesar de todo, mucho más pobre antiguamente y, a pesar de todo, había bullicio y alegría en la Navidad. En los tiempos de Galdós, en los durísimos años cuarenta...Es curioso.

Saludos.

José Miguel Domínguez Leal dijo...

Creo, amigo del Retablo, que la crisis ha revelado la hondura de la secularización de nuestra sociedad, y su desvinculación del cristianismo.
Saludos.