En el ABCD de la semana pasada leo un poema del escritor italiano Daniele Gorret llamado Utembre, "Utiembre" que no me resisto a reproducir en parte (traducción de María José Calvo Montoso): "[...] Recuperarse es certeza, costumbre antigua. / Pero para los poetas hay un tiempo intermedio. / Ya que a los poetas les toca la dilación, ese placer moroso. / Hay una hornacina de hechos en el tiempo / guardados para quien del tiempo es amigo sensible. / A ese cubil hace tiempo que lo llamo utiembre. / [...] Así lo he querido escuchando a los poetas; / así desde hace años lo espero y lo cultivo".
Es como si Gorret hubiera encontrado una palabra exacta -privilegio de poeta- para definir ese tiempo más oblongo y misericorde al que me refiero en la entrada MAÑANA DE DOMINGO, y de cuya escasez y estado de sitio me quejo en TARDE DE VIERNES. Sí, somos amigos sensibles (sensibili amici) del tiempo; intentamos exprimir de él algo que a muchos está vedado, una vislumbre, una sospecha, una "raja entre los mundos" que decía el don Juan de Castaneda; alguna cosa que nos eleve, aunque sea un pobre instante, sobre la corriente de lo que fluye en tiempo, y en tiempo nos mide. Tenemos hambre del no-tiempo, y esta búsqueda a veces inconfesada me parece en sí una forma de redención.
6 comentarios:
De hecho, don Juan decía que los poetas eran los únicos junto a los brujos que percibían ese otro mundo, aunque no lo sabían. Pues qué le vamos a hacer. Mientras no surja un maestro, como le ocurrió a Carlos, seguiremos escribiendo poemas que es lo más cerca que vamos a estar del mundo de los brujos.
Un abrazo.
Es verdad eso que dices, Paco; de hecho, en los libros de Castaneda aparecían cada vez más poemas. Un amigo me decía que antes de contar con un maestro lo necesario era ponerse en el camino. Un fuerte abrazo.
Es muy buena esa imagen de la hornacina. En mi opinión la traducción podría mejorarse. En cuanto al tiempo, es una dimensión que se me escapa. Para mí la poesía está por encima del tiempo y del espacio.
Un placer visitarte.
Lo mismo digo tocayo. Un abrazo.
Dentro del tiempo hay muchos tiempos. El tiempo que más cuenta a veces -si puedes- es el de dentro tuyo, que va a otro ritmo aunque todo fuera vaya acelerado. Es como las palabras, unas son las que dices fuera y otras las que se están diciendo -te están diciendo también- por dentro, aunque no te las digan.
Buen fin de semana, mira que es agradable el viernes...
Es cierto, Aurora. Buen fin de semana a todos.
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