Al parecer en las últimas convocatorias de algunos premios literarios, aparte de exigir que la obra presentada sea inédita, se añade la coletilla de que lo sea también en la Red. Esto, blógicamente, me plantea un dilema: ¿sigo o no colgando poemas míos en mi blog? El mismo buen amigo que me aconsejó crear un blog, me animó también a presentarme a concursos literarios. Presenté, pues, un libro de poemas titulado más o menos como este blog que leéis, donde incluía una selección de poemas anteriores a 2001, y los poemas que he escrito desde octubre de 2007, tras años de mutismo. Pero ya me estaba cansando de esto, y tras conocer los sucesivos fallos (un 90% de poetas ya reconocidos) me encontraba cada vez más cara de tonto por las mañanas en el espejo (J. M. Ridao lo ha expresado de manera magistral en una de sus "preguntas con respuesta": "¿Qué ganas presentándote a un premio sin padrino? Que te agarren to el pepino"). Vanitas vanitatum. Así, que me decidí a abrir este blog donde, con toda blógica, me proponía, básicamente, dar a conocer mis poesías, antiguas y recientes a quien quisiera leerlas. ¿Debo, insisto, dejar de colgar poemas aquí? Los poetas ya éditos que tienen blogs disponen, lógicamente y con todo mérito, de las vías tradicionales para publicar sus creaciones. Pero en mi caso, ¿no acabará convirtiéndose el blog, con una blógica implacable, en una especie de gueto dorado donde mirarse el ombligo? Tras mucho reflexionar, este pensamiento me parece iblógico, ya que siento que el blog te proporciona algunas recompensas inesperadas, como el ver que conectas anímicamente con gente antes desconocida como Paco, José Miguel y Aurora, y transforma tu rutina creativa de un modo insospechado (en el nuevo libro de poemas que escribo desde este verano, dividido en secciones, la última se llama así, 'blógica', y contiene los poemas que he compuesto desde que tengo abierto el blog, y que, blógicamente, podéis leer aquí). Concluyendo, pues, considero totalmente blógico prescindir de los concursos literarios, y hacer lo que me más me guste, pidiendo, en todo caso, y como se hacía en la comedia antigua, que aplaudáis al final si os gustó.
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5 comentarios:
Yo, por lo pronto, aplaudo esta entrada, plena de blógica. Curiosamente, una de mis bloguerías que publiqué en septiembre reza "La blógica es a los escritores engreídos lo que la lógica a los políticos", que va al pelo a lo que cuentas aquí.
Pienso que a todos nos gusta publicar, pero veo también que esto no es incompatible con el blog, sino más bien al contrario. En primer lugar mejoras gracias a la interacción con otros escritores; después, y no es poco, el camino de la creación se hace más ameno gracias a la compañía, y por último el blog es un excelente escaparate, fueraparte de los premios, como diría aquél.
Un abrazo, y muchas gracias por la mención.
Has añadido nuevos términos al diccionario "blógico" que está por hacer. Disfruta del blog y los amigos de la red, que algunos dejan de ser virtuales y pasan a ser tangibles. Lo digo por experiencia. Un saludo desde Leuven, recién "regresado".
Has dicho cosas muy interesantes aquí, me sumo a Ridao. Vaya por delante que lo mejor del blog es esa incierta compañía en la distnacia mientras escribes, más allá de que uno disfrute escribiendo mucho o también que tenga sus momentos bajos.
Lo de mirarse el ombligo a mí me preocupa también, lo llamo el ensimismamiento bloguero, he pensado mucho en esto este fin de semana, en fin.
En general creo que hay que hacer lo que le dicta a uno el corazón -el de verdad, no la cosa sentimental e impulsiva- que no suele equivocarse, en esto tampoco. Tengo idea de que la poesía se presta más a ser "colgada" en el blog, nada bien en la blogosfera, bucea y flota mejor. Sin embargo el ensayo o la ficción de textos largos, trozos de novelas o cuentos ya de más de 1 folio están fuera de lugar en el blog, yo me he cortado en eso siguiendo los consejos de un buen amigo al que le pedí ayuda.
Por otro lado, de igual modo que el conocimiento bloguero no impide el real posterior si ha lugar (yo creo en el cara a cara, no soy nada virtual), la publicación en la red no impide que nos guste y queramos publicar en papel. Todo vale y es bueno, me parece.
Creo que todos hemos llegado a la disyuntiva que planteas alguna vez. Y yo no tengo la respuesta. Yo publico mis artículos y mis poemas en mi blog, sin esperar nada. Claro que me gustaría publicar, pero estoy viendo que eso es para enchufados. Como para enchufados, también parecen los concursos de Poesía, que se los dan a gente ya conocida. Al menos, esto del blog mola, porque publico cuando y como quiero. Y se hacen amigos. Un abrazo.
Gracias por vuestros comentarios, amigos, que veo que vienen a coincidir con mis reflexiones. José Miguel, he buscado tus bloguerías de septiembre, y veo que ayer rompí el tabú de la número 4. Coincido con Paco y Aurora, y cada vez disfruto más colgando entradas, y Dios dirá si tendremos recompensas ulteriores... Antonio, no me atreví a citarte ayer, pero fue el comentario que me hiciste cuando nos encontramos en Cádiz lo que me inspiró a hacer la entrada. Feliz estancia en Leuven con los tuyos. Un blógico abrazo a todos.
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