MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor JOSÉ MIGUEL DOMÍNGUEZ LEAL

domingo, 15 de junio de 2025

BABEL PARTIDOCRÁTICA

 



El consenso independentista del que habla Ruiz Quintano en sustitución del de la Transición de la Dictadura a la Partidocracia se manifestó en la reunión de Presidentes autonómicos, ergo, caciques regionales, en la reafirmación de las lenguas regionales como signo fascista de identidad nacional. Como otras tantas mentiras de la Carta Otorgada del 78, no se ve el español como la lengua común ni como garante adicional de la igualdad de los españoles.

Este digital chapucero y belicista presenta al jefe del Estado Mayor del ejército británico como jefe militar de la OTAN, cuando siempre ha de serlo un oficial militar norteamericano. Y la verdadera amenaza son estos tipos con sus entorchados y chatarra a cuestas en lugar de alma, pues desean meternos en una guerra nuclear al haber fracasado en su propósito de descomponer Rusia, vieja aspiración de su patético y capitidisminuido imperio.

"El discurso del odio" y la "desinformación " se confirman como los instrumentos para controlar la disidencia por parte de la UE-OTAN en una natural deriva partidocrática que está ya en su origen.

Desde la época del Directorio francés con su "concordia" entre monárquicos y los herederos del Terror, pasando por nuestra Transición o Transacción entre los veterofranquistas y la pseudooposición con su "reconciliación " entre vencedores y vencidos nos hemos acostumbrado a estos términos que enmascaran el reparto del poder del Estado entre facciones. El Partido para el Sometimiento a las Oligarquías Extranjeras, ahora como antes, lo usa para embellecer el nuevo modelo de reparto de poder, en este caso, entre él en exclusiva y las fuerzas separatistas, siempre en detrimento de la sociedad civil y de su debilitamiento como nación, en favor de la ambición de poder sin control de una casta partidocrática y corrupta.

¿Qué dice? Si se ha publicado en prensa que van a ser 100.000 los olivares arrancados a base de expropiaciones impulsadas por la propia empresa interesada, que quizás luego negocie con los derechos de concesión. Es escandaloso y miserable el espectáculo de nuestra partidocracia versión juntera, que fomenta el menoscabo de nuestra agricultura tradicional, encareciendo el producto para el consumidor y contribuyendo a los apagones tercermundistas que empezamos a sufrir por el exceso de oferta renovable incompatible con una red eléctrica obsoleta (imagino que por las menores comisiones que se pueden obtener de tales trabajos).

Lleva muy mal El País el fracaso estrepitoso (1000 personas) de la manifestación en favor de "Europa" promovida por este medio progubernamental y otanista ("¡Europeos, salid a la calle!"): esa UE de los disvalores de la izquierda indefinida o woke, y -de modo aparentemente contradictorio- al servicio del imperialismo de los EUA y del turbocapitalismo globalista, ente que no oculta más que un concepto geográfico y una biocenosis (Gustavo Bueno) depredadora (con sus mil y una guerras), regida por una oligarquía autoelegida y censuradora.

Los que acudieron al desfile del Día de la Victoria en Moscú contra el fascismo (el de verdad, no el que utilizan nominalmente los cretinos para atacar a los que no piensan como ellos) son criticados por "estar en el lado equivocado de la historia" de parte de una señora, Katia Kallas, doña nadie de la eurodiplomacia, hija de un alto cargo de la nomenklatura comunista estonia, reconvertido en nacionalista antirruso en un minúsculo país marcado por el gran blanqueo de capitales. Luego algunos se lamentan porque a una manifestación en pro de la UE en Madrid sólo hayan ido mil personas: no se puede engañar a todos todo el tiempo frente a los verdaderos intereses de casta de una eurooligarquía cada vez más autoritaria.

Escuché hace poco decir, creo que al periodista económico Lorenzo Ramírez, que el desarrollo del Estado del Bienestar era inseparable del contexto geopolítico de la Guerra Fría -para frenar la expansión del comunismo-, y, que, tras la caída de la URSS a principios de los años 90, ya no era necesario tal Estado. Efectivamente, vemos cómo las clases medias han perdido un 30% de poder adquisitivo con ese impuesto silencioso que se llama inflación, sin que las oligarquías partidocráticas hagan nada para mejorar la situación de los súbditos; muy al contrario, siguen aumentando los impuestos, que no van a mejorar los servicios públicos, cada vez más degradados, sino a pagar los intereses de una deuda inabarcable que les sirve para mantener el día a día de la corrupción institucional. Ahora además, nos proponen la huida hacia delante del rearme "uropeo" frente a una amenaza fantasma, para amordazarnos, justificar nuestro empobrecimiento, y reprimirnos de modo más violento si se les hace necesario.