MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor José Miguel Domínguez Leal

viernes, 24 de febrero de 2017

HUYENDO DEL CARNAVAL





Escucho de compañeros de trabajo que se van de Cádiz estos cuatro días de carnaval, algunos a la sierra, y otros fuera de la provincia, en busca de tranquilidad. No puedo disimular mi envidia, ante el espectáculo de cochambre urbana, y de graciosos profesionales y amateurs que me espera. Es cierto que se puede encontrar ingenio y chispa en chirigotas callejeras, pero no compensa lo de la fiesta obligatoria y oficializada por Junta y Ayuntamiento, con su falsa permisividad.
Y cuando pasen los carnavales de lo políticamente correcto, de los temas sacadas de los programas del corazón, y del silencio mayoritario ante los políticos locales y autonómicos si son de "izquierdas", vendrá la tediosa Semana Santa para obligarme a simpatizar con los iconoclastas.



Imagen: André Benamour

martes, 21 de febrero de 2017

LA IDEOLOGÍA SOCIALDEMÓCRATA





Tras la derrota de las potencias del Eje por el ejército norteamericano, la superpotencia no se preocupó de dotar a las naciones europeas de un sistema político similar al suyo, es decir, una democracia formal de corte presidencialista, con separación de poderes y principio de representación política con elecciones separadas para el poder legislativo y el ejecutivo, sino que sacó de los escombros a los políticos derrotados en su día por el nazifascismo como de Gasperi, Schumann y Adenauer, los llamados Padres fundadores de la Unión Europea en impropia analogía con los Padres fundadores de la Constitución norteamericana, para que recuperaran el sistema proporcional de listas que dio el poder al nazismo en 01933, concebido por aquél como medio de integrar a las masas en el Estado, eliminando el principio de representación democrática propio del sistema mayoritario de distrito uninominal a doble vuelta, que fue el posteriormente recuperado por el general de Gaulle al instaurar la Quinta República.
La caída del Muro de Berlín precipitó la decadencia de los partidos comunistas en Europa y su conversión en socialdemócratas, caracterizados a partir de entonces por su renuncia al marxismo, su aceptación aliviada del statu quo capitalista, y la compensadora defensa de iniciativas de igualdad social, y derechos de minorías, todo ello adobado de un pensamiento relativista, necesario para machihembrar tamañas contradicciones. Es así que hoy día no hay político que hable de la necesidad de libertad sino de una siempre creciente igualdad. El concepto de libertad política colectiva, es decir, la libertad de los ciudadanos de poder elegir un auténtico representante político y no limitarse a refrendar a los adeptos que el jefe de cada partido ha puesto en una lista electoral abierta o cerrada, les es, pues, extraño, y la falsa igualdad que propugnan no es más que un medio de asegurarse una clientela de subvencionados de todo orden.



Imagen: Anastasia Rudenko

viernes, 17 de febrero de 2017

ARTE MODERNITARIO





En este autorretrato del artista israelí Amnon David Ar (n. 01973) podrían señalarse las características del arte modernitario denunciadas por Antonio García-Trevijano Forte en su obra Ateísmo estético, Arte del siglo XX. De la modernidad al modernismo (02007). Rasgos fundamentales de este arte modernitario son la relegación de la imaginación e intuición creadora canalizada a través del dominio de las diversas técnicas artísticas, en favor de una deshumanización del arte, en la que la conceptualización previa determina el objeto artístico final, sin dejar hueco a la intuición creadora en el proceso, por lo que el arte acaba asimilándose a la artesanía, y derivando en arte decorativo apto para su masificación, consagrando la tiranía de la apreciación de lo bonito sobre lo bello, e incluso lo sublime. Tal conceptualización, a menudo abstractalizante y alejada de la naturaleza, acaba incluso prescindiendo de la aspiración a la maestría técnica. Así, el artista se presenta desnudo, él mismo como objeto de provocación como sustitutivo de su falta de intuición creadora, pintando en vez de en un lienzo directamente sobre una ventana (con lo que señala el carácter primordialmente decorativo de su práxis), líneas y masas de color que recuerdan las de Piet Mondrian, uno de los más insignes representantes del neoplasticismo abstracto, cuyos diseños ilustran en la actualidad multitud de estampados y cojines.
Finalmente, el fracaso de este arte para transmitir las emociones y la vislumbre privilegiada de la realidad propia del artista de genio que sabe hacerlo a través del dominio de la técnica artística, lleva al público a prostenarse ante la necesidad de "entender" lo que no suele ser en la mayoría de las ocasiones una huera extravagancia sinsentido e inestética, pero que hace el festín de los hierofantes de la crítica del arte, de artistas desaprensivos y de todo el negocio de galerías y subastas.


Imagen: Amnon David Ar


martes, 14 de febrero de 2017

LOS FUNCIONARIOS Y EL MOVIMIENTO DE CIUDADANOS HACIA LA REPÚBLICA CONSTITUCIONAL




En la Primera Asamblea del MCRC celebrada en Madrid el 10 de diciembre de 02016, un asistente se levantó inopinadamente para preguntar qué miembros de la mesa y de la asamblea recibían dinero del Estado. Al estupor siguió la indignación generalizada cuando esta persona no quiso aclarar por qué hacía tal pregunta intempestiva.

La impertinencia y la malicia de tal cuestión me parece basada en una obtusa confusión entre gobierno y Estado, por la que se entienda que el cuerpo de funcionarios está al servicio del gobierno de turno, irremediablemente corrupto en una partidocracia. Nada más lejos, sin embargo, de la realidad. La eliminación del sistema de cesantías se puso en marcha para evitar precisamente esta dependencia. Así, un funcionario de carrera cumplirá plenamente su deber si se niega a firmar las dietas irregulares que le presente el típico cargo político nombrado a dedo en el sistema clientelar inoculado en la Administración.

El funcionario de carrera es un servidor público, y, como persona dotada de conciencia, sabe que se debe a la sociedad civil de la que surge la construcción artificial que es el Estado, y más debe ser así cuando ésta está al servicio de una oligarquía política únicamente atenta a sus propios intereses, que pretende confundir con los del Estado. Esta conciencia es más fuerte entre los funcionarios de las escalas medias y básica que entre los miembros de la alta administración o la universidad, más cercanos o dependientes del magma de la corrupción partidocrática. Buscando ejemplos en lo personal, puedo decir que, en mi condición de funcionario de carrera y miembro del Cuerpo de Profesores de Enseñanza Secundaria tengo que dar a veces a mis alumnos la asignatura de Valores Éticos. Así, en el libro de texto, cuando se plantea el tema de la democracia, se pone el caso de un chico que se plantea si votará o no en el futuro, dada las variadas opciones políticas que existen, y la misma división que tal variedad provoca en su misma familia. Al preguntarle a mis alumnos, qué piensan de esto, ellos me dicen que sí que les gustaría votar, y conocer mejor las opciones políticas existentes en el marco de esa incuestionada obligación moral implícita de participar en el régimen político existente. Entonces, les pregunto si le dejarían a alguien que no conocen 3.000 €, bajo la promesa de que se los devolverá quizás con creces pasados 4 años, y bajo la condición de que no lo volverán a ver ni le pregunten nada entretanto de lo que está haciendo con su dinero, y de que esperen a que sea él el que les dé la oportunidad de reclamarles esa suma. Todos, evidentemente, responden que no harían ese préstamo. Entonces, les digo que ese dinero es su voto, y que lo que entregan tan irracionalmente es más valioso que el dinero, por lo que no hay que quedarse en la mera superficie de las cosas. Entender después lo que es una verdadera democracia les es muy natural.

En consecuencia, las legiones de personal sanitario, cuerpos de seguridad del Estado, y cuerpos de maestros y profesores, por su cercanía al ciudadano y la voluntad de servicio inherente al impulso vocacional cuando éste existe, pueden y deben ser germen de la libertad y la verdad.     



Imagen: Ernst Tooker

viernes, 10 de febrero de 2017

LA MUERTE COMO AMIGA





"Señora de mis días", llamó Abel Martín a la Muerte en su agonía, que quiso sonreírle, pero no sabía. Esta machadiana personificación de la muerte se inserta en una tradición realmente antigua. La muerte es una amiga, pues libra al sabio de los sinsabores y desengaños de la vida material, y le abre las puertas de la verdadera Vida.
La desesperación del perdón de los pecados, la enfermedad mortal para Kierkegaard, abrió la puerta a la angustia, y a la posterior indiferencia amnésica respecto a la muerte que caracteriza a nuestras sociedades del Bienestar.
Por otra parte, la no existencia de la muerte mientras estamos vivos, sofístico consuelo epicúreo, y el melancólico carpe diem que resuena desde las tumbas romanas se asumen de modo hedonista y superficial en nuestro mundo. Así, el pretender vivir cada día como si fuera el último resultaría muy cansado y estresante, aparte de absurdo.
La vida es, en fin, corta y larga al mismo tiempo, marcada por ritmos naturales implacables. No se debería tener miedo a la muerte más allá del instintivo, si hacia el final de nuestra vida nos sentimos orgullosos de nuestro trabajo, y del legado que dejamos tras de nosotros, aliviándonos de la fatiga del sí mismo.







Imagen: Alfred Rethel, Der Tod als Freund

miércoles, 8 de febrero de 2017

SÓCRATES Y LAS LEYES





En el Critón platónico Sócrates rechaza la petición de su discípulo homónimo de huir de su condena a muerte en Atenas. Invocadas las Leyes, convertidas en Ideas y personificadas, éstas señalan su inseparable unión a la polis, teniendo pues a Sócrates como "hijo y esclavo" de ellas (ékgonos kai dúlos). Huir, en consecuencia, de la ciudad sería un intento de destruir la propia patria.
Esta confusión máxima entre Estado, Nación y Derecho le sirve a Sócrates para justificar su servidumbre voluntaria ante las leyes, que en su boca le amenazan también con el castigo de sus Hermanas del Hades, si las incumple.
El Derecho no nace, empero, de ninguna inspiración divina, sino como instrumento para resolver conflictos concretos; es más no hay noción de justicia, si no existen primero las leyes. Su sacralización está en la base del perverso concepto de "obediencia debida", encarnado en la figura del Eichmann condenado en La banalidad del mal de Arendt. Es lícito, pues, para el ciudadano rebelarse de manera pacífica contra las leyes y sentencias injustas, tanto más cuanto no procedan ni de un poder legislativo ni de un poder judicial independiente, sino sometidos al poder ejecutivo totalizador neofascista de los partidos estatalistas como en la partidocracia española actual, que ha reproducido bicefálicamente (y ahora tetracefálicamente) el modelo del partido único del Fascio, con el sistema de integración de las masas en el estado a través del sistema electoral proporcional. 



Imagen: Jean-Louis Courtinat, 01974

viernes, 3 de febrero de 2017

AMORES DESIGUALES





El profeta Mahoma se enamoró de su última esposa, Fátima, cuando ésta era una niña de 6 años, pero su padre no permitió el casamiento hasta que ésta tuvo 9 años. De ahí probablemente la permisividad del uso social islámico a los matrimonios entre viejos y niñas. Nuestra cultura, en cambio, considera esto una práctica aberrante, y casi contra natura. La defensa de los derechos de la infancia, y la alarma y repugnancia social que suscita la pederastia ha aumentado, si cabe, este rechazo.
No obstante, en otras épocas no tan lejanas los valores han sido fluctuantes. Así, resulta hoy embarazoso y extravagante pensar en la pasión de Dante por los presuntos 9 años de Beatriz, en el matrimonio de Machado con su Leonor de 14 años, o en la fuga de André Gide a Londres con un chico de 16 años. A un nivel puramente literario, es imposible no pensar en La muerte en Venecia de Thomas Mann, donde se narra la pasión homosexual del escritor cincuentón Aschenbach por la belleza mórbida de los 14 años de Tadzio. Todas estas prácticas y sentimientos serían severamente condenados o ridiculizados sin paliativos en nuestra actualidad.
Este rechazo se manifiesta de manera magistral en el famoso cuadro de Vasili Pukirev, "El matrimonio desigual", donde los brazos cruzados del joven de la derecha, autorretrato en realidad, expresan la rebelión de la sangre joven contra la aviesa, rijosa, y desconfiada mirada del viejo novio, y la indignidad de los familiares, frente a la actitud hierática de la jovencísima novia, la única figura investida de dignidad en el conjunto.




Imagen: Vasili Pukirev, 01862

miércoles, 1 de febrero de 2017

¿ES LA SEGUNDA REPÚBLICA UN MODELO POLÍTICO A SEGUIR?





La Segunda República Española fue grosso modo una república parlamentaria, cuyo sistema electoral era uno proporcional de listas parcialmente abiertas (un sistema paradójicamente menos cerrado que el actual español, el de nuestro régimen partidocrático neofranquista). No existía, pues, una democracia formal caracterizada por la separación de poderes y la representación política basada en el sistema electoral mayoritario de distrito uninominal a doble vuelta (precisamente aquél al que puso fin la República de Weimar, abriendo la puerta a la utilización por parte del nazifascismo del sistema proporcional para sus propósito de utilizar las votaciones como medio de integración de las masas en el Estado).
No tenía, pues, que ver con una República Constitucional presidencialista, en la que el Jefe del Estado tendría poderes realmente ejecutivos, y existirían mecanismos para resolver los conflictos que se crearan con el poder legistativo de la Cámara de Diputados, elegidos ambos poderes en elecciones separadas. Por su parte, el llamado poder judicial -poder presque nul según Montesquieu-, mantendría su independencia al ser elegidos sus miembros por los concernidos en su desempeño (los funcionarios de justicia).
En la Segunda República española el Presidente era elegido por las Cámaras, y carecía realmente de independencia de los partidos, y de poderes ejecutivos propios. Tal debilidad del sistema se manifestó en la incapacidad del gobierno, sometido a los intereses de los partidos y otras organizaciones, para controlar a las fuerzas reaccionarias, a las revolucionarias y a las separatistas, desembocando en el desastre que todos conocemos.
Puede, decirse, en fin que los actuales nostálgicos de dicha República con sus banderitas tricolores -a parte de ser, en el fondo, no más que unos monárquicos de facto por su acomodación a la actual Monarquía de partidos- ignoran que la historia no puede repetirse, ni siquiera bajo la forma de caricatura, y que la única manera de recuperar esta forma de gobierno es la instauración de una República Constitucional como la explicada arriba, tras un verdadero proceso constituyente, que no sea el producto de un tejemaneje secreto entre los jerarcas del franquismo y los nuevos mandarines de la falsa oposición, como la Carta Otorgada de 01978.


Imagen: Robert Capa