MEMORIA MÉTRICA

Miscelánea del escritor José Miguel Domínguez Leal

viernes, 25 de enero de 2013

TRES POETAS FRANCESES DEL SIGLO XXI (III) JEAN-YVES MASSON



Jean-Yves Masson (n. 1962) es el más joven de los poetas antologados por Clara Janés. Masson es, asimismo, ensayista, novelista, traductor y estudioso especialista en las literaturas alemana e italiana, y, en la actualidad, profesor de la Sorbona. Los poemas de la antología los toma Janés de los libros Poèmes du festin celeste (2002), Onzains de la nuit et du désir (1995), y Neuvains du sommeil et de la sagesse (2008).
Llama la atención la ruptura del orden cronológico en la sucesión de los libros seleccionados; quizás Janés ha visto un valor programático en el poema Le jardin de la connaissance (I), donde afloran constantes temáticas de la poesía de Masson (sommeil, surtout, sommeil où parle la sagesse / sous l'arbre du matin, sous l'arbre du soir); sueño y sabiduría, inextricables en senderos de aliento mitológico (La vérité, chemin de pierres qui nous brûle, / [...] / sainteté du multiple! Et cette terre des vivants / où j'ai pris malgré moi le chemin du désert, laissant / derrière moi les formes rassurantes, vers le rivage de demain). Estas referencias son señeras en poemas como Perséphone y Passage d'Orphée (que no parecen ajeno a la influencia de Rilke). Sirènes, Hadès, lumière, désert, nuit, flamme son palabras que ornan versos predominantemente de arte mayor que se disponen en estructuras estróficas regulares.
En Onzaines de la nuit et du désir resulta paradójicamente frecuente la palabra lumière que es presentada como objeto del deseo (tire du fond de toi l'essence, la lumière: / tout vient à toi dans le désir. Et souviens-toi / dans les moments de doute que cela / ne fut point rêve, cet enthousiasme de lumière qui / portait / vers toi des mots qui te semblaient enfin / n'être proférés que pour toi, l'inachevé). Y el sueño parece el espacio idóneo para esta búsqueda plena de connotaciones épicas y míticas que el poeta sabe tan brillantemente evocar (J'ai serré mon ami contre mon coeur. C'était / après la grande traversée des rêves, / et le matin pesait sur nous avec son grand secret de flamme / qui brûle à neuf le monde ancien); búsqueda que afronta, empero, los peligros del espejismo simbolizado por el desierto (dans le désert qui est le rêve d'un oracle), y del combate, encarnado en la noche (L'ange venait encore sur le seuil / et sans entrer tenait dans ses mains / la lumière, une lampe de faible éclat / [...] / Et lui me désignant la nuit pour mon domaine / disait, plus bas: "Toute aube a dans ses mains le soir"). El poeta, a pesar de todo, ve belleza, verdad y paz en el mismo camino azaroso (je dis qu'il est une beauté jusque dans ce qui nous refuse, / une verité dans l'errance, une paix au coeur du combat).
El último libro, Neuvains du sommeil et de la sagesse, consagra el irrepetible lenguaje poético de Masson, marcado por un medido y ensoñador simbolismo que nos alcanza en ondas de belleza, entreveradas a veces de guiños de intenso lirismo (faites taire vos pas. Quittez toute espérance / et tout regret. C'est ici le pays charitable de l'ombre / où se prépare la saison neuve de l'après enfer).

Una magnífica edición y antología, pues, la realizada por Clara Janés para Ediciones del oriente y del mediterráneo en un formato de libro, 21 x 12,5cms que me resulta particularmente agradable para leer poesía.

sábado, 12 de enero de 2013

TRES POETAS FRANCESES DEL SIGLO XXI (II) ZÉNO BIANU


Bianu es el segundo de los poetas antologados por Clara Janés. 20 años más joven que Noël, ha frecuentado la poesía, el teatro, el ensayo, y ha publicado antologías de poesía precolombina, china y japonesa, así como de poesía erótica francesa. Los poemas seleccionados por Janés proceden de dos de sus libros más recientes Infiniment proche (2000) y Le désespoir n'existe pas (2010). Se percibe en Bianu una tendencia a la construcción estrófica y letánica en casi todos los poemas antologados, forma que combinada con un discurso conciso de fulgurantes imágenes parecen introducirnos en un contexto de marcada influencia de la poesía oriental; así puede verse en poemas como Neuf méditations sur le blanc (que hacen recordar a Messiaen), compuesto por nueve estrofas trisilábicas cuyo primer verso, sur le blanc, se repite obsesivamente al modo mántrico, en Neuf éclats du geste, también de estructura estrófica trisilábica, y en Psaume, formado por 41 estrofas trisilábicas numeradas, en las que las pares presentan obsesivamente el mismo segundo verso, dans le coeur du coeur noir; palabras, expresiones y versos como noir, nuit, prière, je t'offre mon sang de nuit, blessure, j'ouvre ma blessure, c'est l'oeil de ta nuit / qui me tresse / et me sauve, c'est la voix de ta nuit, je me saigne à ton étoile, etc.  nos reintegran a la tradición de la mística occidental marcada por el símbolo de la Noche Oscura, en un diálogo mágico a fuerza de letánico entre el poeta y un Tú huidizo al que éste se dirige, y se dice pertenecer.
Este marchamo estilístico-temático está presente también en el segundo libro antologado; de tal suerte puede verse en el poema Fugue, que por su tono dramático me trae al recuerdo la impresionante Todesfuge de Paul Celan, donde se juega con variaciones y dilataciones de la estrofa plus haut / parlez plus haut / les morts. Pero no es ajena tampoco su poesía a la influencia de la poesía francesa contemporánea; en concreto, su poema et pourquoi pas toujours?, y sus jeux de mots asociados a una reflexión sobre el tiempo hacen pensar en la estela del grupo Oulipo, así como algunas imágenes de Invasion de la nuit recuerdan los mecanicismos surrealistas (tu détiens / les plus belles armes du monde / la mitrailleuse à gifles / le couteau sans manche ni lame). Por otra parte, la traza extremo-oriental es nítida en poemas como petit bréviaire du guerrier, introducido por sendas citas del maestro budista Chögyam Trungpa y de Henri Michaux; este polílogo del guerrero, rebosante de su imagen mística oriental, se cierra con las enseñanzas de un maestro anónimo bajo la forma tradicional de las preguntas duplicadas; excepcionalmente brillante resulta asimismo el juego literario que ejecuta Bianu en sept haikus pour lâcher prise, donde realiza paráfrasis poéticas de siete haikus japoneses; este prurito de sincrónica síntesis y expansión expresiva resulta, en mi opinión, particularmente brillante en las recreaciones de los haikus de Kaneko Tôta, Ozaki Hôsai, Masaoka Shiki, y Taneda Santôka; sobre el haiku de este último (Profond / plus profond encore / dans les montagnes bleues) construye Bianu una paráfrasis vivencial y cultural que sólo se me ocurre calificar de feliz ( Tu avances / avec tes mains de silence / tu n'as plus d'endroit / où poser la tête / tu as la passion des précipices / tu consens à ce qui t'engloutit).
Finalmente, en los últimos poemas seleccionados de este libro, Le désespoir n'existe pas, vuelve el poeta una mirada de fulgurante precisión oriental sobre lo cotidiano (Un jour, une vie; un coup de vivre; scantate), cuya maravilla silente (une science du précipice intérieur / une salve de silence / la source de l'inattendu) le salva de la desesperación poética procedente del cortocircuito ideológico del que es víctima Bernard Noël.

sábado, 5 de enero de 2013

TRES POETAS FRANCESES DEL SIGLO XXI (I) BERNARD NOËL


Clara Janés ha publicado este año pasado en las Ediciones del oriente y del mediterráneo una antología de tres poetas franceses contemporáneos, Bernard Noël (n. 1930), Zéno Bianu (n. 1950) y Jean-Yves Masson  (n. 1962). La poeta, traductora y editora explica el nacimiento del libro como un ejemplo de la teoría del caos armónico de Lorenz: la lectura de un artículo suscitó una serie de descubrimientos y encuentros, que la llevó, primero, a conocer la obra de estos poetas, y, luego, a la intuición de reunirlos en una antología. El nexo común que parece haber encontrado Janés entre estos poetas está basado en los avances del conocimiento, sobre todo de la Física (Heisenberg, Einstein, Gödel, Schrödingen, la teoría de las cuerdas, los fractales, etc.) que aparentan haber dejado huella en la Weltanschauung de dichos autores, que coinciden en concebir el poema como búsqueda de conocimiento, al modo de lo señalado por E. A. Poe en el siglo XIX.
Ciertamente, en el primero de los poetas antologados, B. Noël, también novelista y crítico de arte, puede apreciarse esa preocupación por el valor de la poesía (La poésie = le fond de l'âme révélé), y el lenguaje en general, aunque su enfoque es crecientemente negativo (ô honte de n'être  qu'un abîme / toujours recommencé -en el que la ironía metaliteraria centrada en Valéry tiene quizás un valor desintegrador-); la memoria es un paraíso perdido (et l'épée reste au seuil du jardin / interdisant le fond de la mémoire) y el poema revela su inanidad como mera pinza sobre el instante impalpable (les mots du poème, leur indocilité, leur nombre, leur insignifiance, retiennent sur le coeur l'instant impalpable, baiser lentement appuyé sur la bouche d'une morte, ils suspendent le souffle à ce qui n'est plus rien).
Mot, languebouche, ventsouffle son términos que aparecerán recurrentemente en la escritura de Noël no sólo como ejemplo de su economía expresiva, sino, sobre todo, como índice de una interna obsesión. Insiste, así, en la descripción del acto físico del habla como acto mecánico que se sobrepone a la expresión del sentido (la langue lance vainement un pont / pour réparer / chaque syllabe est l'écho / travesti d'un adieu / pétale d'air / qui es-tu / je manque de toi dans ton nom); frente a esta frustación surge el Otro, acólito del deseo, fallido como el arte (et voici l'Autre / le délégué du désir [...] / l'art / n'est pas efficace / le désir non plus / laissons l'efficacité à la roue); el hombre es el único ser que sufre de ser, y la boca es un reclamo para el sentido que se nos escapa, y sólo sobrenada la vida (rien n'imagine d'être / sauf nous / et cela fait de nous la bête / d'un labyrinthe d'air / où chacun ne guette que lui-même / entre le dit qui meurt et le non dit / qui va mourir / la bouche est l'appelant / de l'exprimable / la mort / s'essouffle / et la vie / danse / haut); es más, la lengua y las palabras, que remedan un secreto, son obstáculos para la casa de nuestro ser, si vale aquí parafrasear a Heidegger (où est le chez nous / si ma langue efface toutes les portes / les mots miment un secret qu'ils éventent [...] il n'y a pas assez de lampes / et trop de livres -Janés que traduce miment por miman podría haber evitado la anfibología del español eligiendo otro término unívoco-); esta literalidad contra natura (entre toi et le monde / quel mot à mot / contre nature), este flatus uocis, sólo puede justificarse como impulso desenfrenado de belleza en el presente inmediato (poser ici un mot-trou / poser ma bouche / et que ce O / soit l'ouvert / d'une belle folie / maintenant / maintenant / maintenant), pues, al fin, el "soy" queda como barrera infranqueable (personne n'a passé / la porte du suis), y sólo queda el deseo de superar la trampa del sentido (en tête une farine / d'alphabet / plus d'images / plus qu'un désir / de traverser le lit / de peau le lit / de nom).
La producción más reciente del poeta antologada, Chemin d'encre, supone una mirada hacia lo social, sin olvidar la reflexión sobre el lenguaje y la existencia, por medio de largos versículos que permiten expresar a Noël la tensión de su pensamiento, y sus variadas emociones; así, la Séquence 6 (dedicada a Antonio Gamoneda), principia afirmando el desencanto (l'espoir est depuis toujours la langue pourrie de l'acceptable) y denunciando el fin de un mundo asociado a la juventud, y el aburguesamiento inútil (quand le monde était un peu plus jeune il suffisait de lever le poing / l'avenir aussitôt chantait au bout de la belle illusion / tous ont peur désormais de perdre ce qu'ils ont déjà perdu), inseparable de la banalización de la cultura a manos del conglomerado mediático (tandis que pendue aux crocs des media la culture agonisait / il n'y avait plus de langue dans les bouches et là-haut la vulgarité / faisait la roue en croyant prouver sa légitimité) y de la corrupción del lenguaje que es también la de la libertad de pensamiento (et maintenant qui a besoin de mots n'a que cadavres devant lui / la putréfaction du vocabulaire a gagné le souffle / comment parler de résistance avec tout ce pourri en bouche / on ne sait plus si la pensée est en nous pensée par elle-même / ou si quelque virus agite en nous son parfait simulacre), ante lo que al poeta sólo le queda el odio, y el asco que conlleva la resignación a lo inevitable de la sumisión inserta en la condición humana.